La Comunidad pasará factura a los ayuntamientos por tratar sus residuos

Madrid - 27 mar 1997 - 00:00CET

La Comunidad quiere hacerse cargo de la recogida, tratamiento y eliminación o reciclado de toda la basura que genera la región. Para ello ha elaborado un ambicioso proyecto, denominado Plan de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos, que tiene un presupuesto de 6.400 millones de pesetas. De ellos, 1.800 millones se emplearán en una campaña publicitaria de concienciación ciudadana. Para financiar parte del proyecto, el Gobierno regional pedirá a los Ayuntamientos que recuperen la antigua tasa de basuras, un impuesto desaparecido en 1986 en gran parte de los municipios de la región. El plan es cobrar a los ayuntamientos por hacerse cargo de su basura y que éstos, a su vez, se lo cobren a los vecinos a través de la tasa. La medida ha encendido ya el ánimo de algunos alcaldes, que no están dispuestos a apretar más el cinturón del vecindario.El plan pretende tratar y reciclar o eliminar la mayor cantidad posible de la basura que generen los municipios hasta el año 2005, con excepción de la capital, que contará con su propio plan de gestión. La idea es llegar a recuperar el 55% del vidrio (actualmente está en el 17,5%), que los grandes comercios se hagan cargo de las pilas usadas hasta que los ayuntamientos vayan a buscarlas o que las farmacias recojan los medicamentos caducados.

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Los concejales de Medio Ambiente de diez ayuntamientos del sur han mostrado ya su rechazo a la implantación de la tasa. Se oponen con el argumento de que fue abandonada hace una década y que no están dispuestos a cargar a los vecinos con nuevos impuestos.

En 1986, la mayoría de los ayuntamientos retiraron esta tasa. ¿El motivo? El Gobierno regional, entonces socialista, quería imponer un recargo del 3% del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF). La Comunidad argumentó que si le cedía el 3% del IRPF podría hacerse cargo de diversos servicios públicos, entre ellos el de la retirada de basuras. Al final, la Comunidad renunció al 3%, pero muchos ayuntamientos ya habían retirado la tasa de basura.

Documento abierto

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La vicenconsejera de Medio Ambiente, Sylvia Enseñat, explica que el proyecto es sólo un borrador que debe ser estudiado por el denominado Consejo de Medio Ambiente. En este organismo, los municipios cuentan con sus propios representantes y pueden presentar las alegaciones que deseen. "El documento no está, por tanto, cerrado y aún no se ha decidido definitivamente, por ejemplo, qué irá en cada uno de los cubos de basura", reconoce la viceconsejera.Enseñat añade, además, que la nueva tasa de basuras "es sólo una sugerencia. "Los ayuntamientos son los únicos competentes para imponer nuevas tasas, y ellos tendrán que decidir cómo aplicarán los costes de la recogida. La Comunidad no obliga a nadie a reinstaurar la tasa de basuras", dice.

Por su parte, el Grupo Parlamentario Socialista ya ha mostrado su oposición al Plan de Gestión de Residuos: "El plan es malo por una elemental razón: olvida por completo los residuos orgánicos, que representan el 56% de las basuras que se producen en Madrid. ¿Para qué sirve un plan que no trata ni tiene en cuenta más de la mitad de los residuos que se generan en la región?", pregunta el PSOE.

Enseñat responde que el tratamiento de los residuos orgánicos es una labor mucho más complicada, y que habrá que esperar a que el plan entre en marcha para estudiar una alternativa a los residuos orgánicos. "No descartamos, en absoluto, la creación de plantas de compostaje [para convertir este tipo de residuos en abono]", dice.

Los ediles también se quejan de que el nuevo plan no les tiene en cuenta a la hora de concienciar a los ciudadanos sobre las necesidades de tratar y reciclar la basura. "Nos tiene bastante preocupados porque se olvidan, por ejemplo, de los ayuntamientos en las campañas de concienciación. Deciden gastarse cientos de millones en televisión y prensa, y relegan a los consistorios que, en definitiva, son los que dan el servicio al ciudadano", puntualiza el director de servicios de Medio Ambiente de Alcorcón (142.275 habitantes), Juan José Cicuéndez.

Por último los ayuntamientos de la zona sur afirman que el nuevo plan deja la puerta abierta de la gestión de infraestructuras y vertederos a la iniciativa privada. Las grandes inversiones, sin embargo, se reservan a los organismos públicos. "Para muchas empresas será", aseguran, "la gallina de los huevos de oro".

Enseñat considera que la entrada de la iniciativa privada en la gestión de residuos no tiene por qué resultar negativa.

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