Exteriores sigue sin embajada en Sarajevo por falta de presupuesto

España es capaz de gastarse 20.000 millones al año en Bosnia para sostener su despliegue militar y carece de 200 millones para abrir una embajada en Sarajevo que capitalice diplomáticamente el esfuerzo realizado en ese país. Esta contradicción es la consecuencia de la precariedad presupuestaria en la que se desenvuelve el Ministerio de Asuntos Exteriores, que no ha podido, en un año, abrir las embajadas cuya existencia fue aprobada en febrero de 1996 por el Consejo de Ministros del anterior Gobierno.

El caso de Sarajevo tal vez sea el más sangrante, pero no es el único. Otras cuatro embajadas y un consulado general esperan a que se doten las partidas presupuestarias necesarias para su apertura. "Es voluntad del Gobierno abrir las embajadas de Sarajevo y Bratislava", declaró un portavoz de Exteriores a preguntas de este diario, aunque señaló que no existe una fecha precisa por limitaciones presupuestarias.La apertura de embajadas en la capital de Bosnia y en la de Eslovaquia fue aprobada en febrero de 1996 por el anterior Gobierno, en una decisión de Consejo de Ministros que incluía también la apertura de misiones en Ljubljana, Eslovenia, y Nicosia, Chipre. En aquella fecha, el Gobierno aprobó asimismo abrir un consulado en Shanghai, capital económica de China. Dos meses antes, la diplomacia española había considerado prioritario abrir una embajada en Hanoi, capital de Vietnam, adonde viajó el entonces ministro de Exteriores, Carlos Westendorp.

Las prioridades actuales del ministro Abel Matutes son prácticamente las mismas, si se excluye Nicosia y se incorpora Singapur, otro centro económico clave en Oriente. Según fuentes diplomáticas, todos los países de la UE menos Portugal, Grecia y Luxemburgo ya han abierto embajadas en Singapur.

La apertura de las embajadas, en Hanoi, Singapur y el consulado general en Shanghai tienen un claro sentido económico, ya que servirían para apoyar a las empresas españolas que quieran penetrar en esos mercados emergentes. Las aperturas en Sarajevo y Bratislava tienden a completar la red diplomática española en países europeos, donde todavía faltan por cubrir los países bálticos.

Vieja petición

La necesidad de abrir una embajada en Sarajevo ha sido reclamada en numerosas ocasiones por todos los españoles que han desempeñado misiones en Bosnia; tanto los mandos militares como los cooperantes o los empresarios que despliegan su actividad en ese país. La ausencia de una embajada impide participar en las mejores condiciones en la reconstrucción de un país en el que España mantiene tropas y cooperantes civiles desde el otoño de 1992. Los esfuerzos desplegados hasta ahora, tanto humanos como económicos, pueden desperdiciarse sin un adecuado apoyo diplomático. El presidente José María Aznar recibió esta petición tanto de militares como de civiles en su visita a la región de Mostar en julio de 1996, poco después de ser elegido prsidente del Gobierno.La precariedad presupuestaria obligará al Ministerio de Asuntos Exteriores a cerrar varios consulados para poder abrir las nuevas embajadas. Los consulados cuyo cierre se baraja son los de Lille, en Francia; Amberes y Lieja, en Bélgica, y Valença do Miño y Villareal de Santo Antonio, en Portugal, entre otros.

El coste estimado de apertura de las nuevas embajadas oscila entre los 176 millones y los 250 millones, según fuentes diplomáticas que esperan que en los próximos presupuestos se habiliten las partidas necesarias para hacer frente a estos nuevos gastos.

España tiene actualmente abiertas 106 embajadas -96 ante Gobiernos y 10 ante organismos internacionales- y 85 consulados generales. El presupuesto de Asuntos Exteriores asciende en 1997 a 118.000 millones de pesetas de los que 37.112 millones se destinan a las cuotas por la participación en organismos internacionales.