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EL DEBATE SOBRE LAS AUTONOMÍAS

El Gobierno resta importancia al plante del 'lehendakari'

Luis R. Aizpeolea

El presidente del Gobierno, José María Aznar, no ha conseguido hacerse la foto en el Senado junto al lehendakari José Antonio Ardanza. Era la gran baza con la que contaba para un debate sobre el Estado de las autonomías sin especial novedad, tal y como reflejaba la comunicación del Gobierno a la Cámara baja. Los aspectos más sustanciales ya están en marcha por el cumplimiento de las resoluciones del anterior debate, de hace dos años y medio, o por el cumplimiento de los pactos que el PP suscribió con los nacionalistas el pasado abril.Aznar quería aprovechar la oportunidad del debate para ofrecer la imagen de integración de los dos principales nacionalismos en las tareas del Estado, lo que no consiguió Felipe González. El presidente del Gobierno llegó a pedir personalmente a Ardanza que acudiera a la cita, durante la reunión que mantuvieron en La Moncloa hace un mes. El lehendakari le contestó que lo pensaría.

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El disgusto en el Gobierno era palpable ayer, aunque la sangre no llegará al río, esto es, no se cuestionarán los pactos con el PNV. Aznar tuvo noticia de la ausencia de Ardanza por el propio lehendakari, momentos antes de que Ajuria Enea la hiciera pública.

El Gobierno no quiso hacer un pronunciamiento público sobre la ausencia de Ardanza del debate, para evitar las descalificaciones, aunque en los círculos gubernamentales ya se ha anotado este plante como la expresión más clara de las dificultades que implican las alianzas con los nacionalistas. El camino que eligieron los círculos gubernamentales y parlamentarios del PP fue el de tratar de minimizar la ausencia de Ardanza para no dar por fracasado de antemano el debate.

El Gobierno trasladó la responsabilidad del pronunciamiento al anfitrión, el presidente de la Cámara alta, Juan Ignacio Barrero, que lamentó la ausencia del lehendakari y reconoció su sorpresa por la ausencia. En los últimos días había manifestado públicamente que esperaba su asistencia porque "se daban todas las circunstancias favorables".

El portavoz del PSOE en el Senado, Juan José Laborda, fue más tajante y consideró "muy mala noticia" la ausencia de Ardanza. Laborda cree que simboliza "una actitud de repliegue del presidente vasco y la comunidad que representa en la solución de los problemas comunes de España".

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