Ardanza boicotea el debate autonómico en el Senado por el "estancamiento" del Estatuto

El Gobierno vasco no tendrá hoy voz en el Senado. El lehendakari José Antonio Ardanza, del PNV, anunció ayer que no acudirá al debate de la Cámara alta sobre la situación del estado de las autonomías que se inicia hoy con la presencia de todos los presidentes autonómicos, excepto el vasco. A pesar de que Ardanza aprecia la nueva actitud del presidente del Gobierno, José María Aznar, sobre las transferencias pendientes, esgrime las mismas razones que en 1994: el déficit estatutario y, lo que más molesta al PNV, difuminar la singularidad vasca en un debate de 17 comunidades. La decisión del Gobierno vasco se produce en plena escalada de enfrentamientos entre dirigentes del Partido Popular y del Partido Nacionalista Vasco.

La imagen de los nacionalismos integrados en la gobernabilidad de España se rompió ayer. El debate en el Senado no contará con el lehendakari, a pesar de las presiones y llamamientos desde el PP. Al PNV no le gustan los debates en los que se mezclan todas las voces, y argumenta que "no está previsto ni en la Constitución ni en el Estatuto". Un foro "inconsistente", según la presidencia del Gobierno vasco.La decisión fue adoptada por Ardanza el jueves tras el estanca miento de las negociaciones entre el vicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato y el vicelehendakari Juan José Ibarretxe sobre la Ley del Concierto Económico No se hizo pública hasta ayer después de que Ardanza se lo comunicase a Aznar, por si había un acercamiento de última hora.

En su nota de ayer, el lehendakari considera, no obstante, que sería injusto olvidar el "cambio de escenario político", los nuevos aires y la actitud abierta con que el Gobierno afronta el cumplimiento del estatuto de Gernika. "Espero" de José María Aznar, afirma, "una apuesta decidida en favor del autogobierno vasco, y un diálogo fluido (...) desde el respeto a la singularidad y al consenso estatutario". Es esta óptica de las relaciones bilaterales la que más preocupa al PNV, que siempre ha buscado relaciones directas con el Gobierno del Estado".

Para el PP en el País Vasco se trata de una "irresponsabilidad" del lehendakari de todos los vascos, que con decisiones de ese tipo deja marginados a los que no piensan como él. El senador popular por Álava Ramón Rabanera entiende que es una "cobardía política".

El portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, calificó ayer la postura de Ardanza de casi un reclamo publicitario. "Es la única arma que tenemos para llamar al atención sobre que hay un Estatuto sin cumplir 17 años después de haber sido pactado, y eso es intolerable".

El portavoz de la Ejecutiva del PSE, Fernando Buesa, sostiene que "el debate, que implica cambiar e intercambiar criterios sobre cómo debe desarrollarse el Estado autonómico español, es cojo en la medida en la que una voz importante como la del País Vasco queda fuera". Para Buesa "esto demuestra que el acuerdo entre PP y PNV es un gran fracaso del PP, puro mercadeo".

El coordinador de IU en el País Vasco, Javier Madrazo, criticó la ausencia de Ardanza al considerar "positivo", que las reivindicaciones se hagan "allá donde más eco puedan tener". Por el contrario, el vicesecretario general de EA, Rafael Larreina, se congratuló, por considerar "un debate ficticio" la discusión en el Senado.

En la decicisón del lehendakari ha pesado también el papel del Senado en el frustrado Organo Permanente de Cooperación Vasco-navarro, suscrito por los Gobiernos y parlamentos de esas dos comunidades, y la reciente polémica entre PNV y PP.

Unas declaraciones del presidente del PNV, Xabier Arzalluz, al diario francés Le Monde en las que aseguraba que Aznar está rodeado de personas al lado de las cuales el líder ultraderechista Jean-Marie Le Pen "parecería un demócrata", levantaron toda una polvareda. El presidente del PP en el País Vasco, Carlos Iturgaiz, respondió que "Arzalluz chochea". La bronca del fin de semana todavía seguía ayer.