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Alerta en Tortosa ante la nube tóxica causada por una fuga de 6.000 litros de ácido clorhídrico en una empresa

Los 1.080 habitantes de la pedanía de Campredó (Tortosa) vivieron una situación de alerta preventiva desde las 9.20 a las 11.10 horas de ayer ante la amenaza de una nube de gases tóxicos que se dirigía hacia la población procedente de la empresa Industrias Omicron SA ubicada en el polígono Baix Ebre, donde se acababa de producir el derramamiento de 6.000 litros de ácido clorhídrico.Varios trabajadores de la industria y un transportista estaban trasvasando 25.000 litros de ácido de un camión cisterna a uno de los depósitos cuando éste se rompió, sin que se conozcan las causas. En ese instante avisaron a los servicios de Protección Civil que, como medida de precaución, avisó a los vecinos de Campredó y a los trabajadores de las fábricas circundantes que se encerraran en el interior de los edificios para evitar inhalar los gases.

Joan Sanahuja, alcalde pedáneo de Campredó -localidad a ocho kilómetros de Tortosa-, explicó que se había avisado a la población a través de un equipo de megafonía, "para que mantuvieran cerradas las puertas y ventanas de sus casas y se abstuvieran de salir a la calle".

Algunos vecinos notaron ligeras irritaciones en la garganta y en los ojos, pero el médico Roland Joan atendió en el dispensario un sólo caso de intoxicación leve durante toda la mañana: "únicamente ha venido a la consulta un agricultor que trabajaba en el campo en el momento del incidente y que tenía escozor en los ojos y en las vías respiratorias, pero sin gravedad" aseguró.

Los alumnos del colegio Verge de la Cinta tuvieron que quedarse encerrados en las aulas durante el tiempo de recreo. Albert Gas, gerente del taller para dismunuidos psíquicos de este centro, manifestó: "La situación ha sido de normalidad y no ha habido alarma ni ninguna urgencia".' La actividad en las tiendas y el resto de locales públicos de Campredó tampoco se vio alterada en exceso, según Manolo Lluch, propietario de un restaurante, que reconoció: "Aunque al final no ha pasado nada, cuando dieron el aviso yo me fui a cerrar las ventanas de mi casa".

Los efectivos de los nueve vehículos de bomberos que acudieron al lugar del suceso consiguieron controlar la fuga antes del mediodía, tras verter sosa cáustica para neutralizar los efectos del ácido clorhídrico derramado. Poco después los policías de Tortosa, mossos d'Esquadra y Guardias Civiles permitieron el acceso al polígono Baix Ebre, que había quedado interrumpido al producirse el accidente.

La empresa Omicrón SA tiene licencia de actividades desde el 1 de febrero de 1993 y se dedica a la fabricación de óxido cuproso y oxicloruro de cobre, componentes que se añaden a las pinturas para barcos.

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