Cultura premia el taquillaje de las películas para obtener ayudas
El nuevo decreto rebaja a 150 millones la cifra tope por título
El Ministerio de Educación y Cultura tiene listo ya el nuevo decreto sobre promoción y estímulos a la cinematografía, en el que premia e incentiva el taquillaje de las películas para obtener ayudas del Estado. El texto aumenta de 30 a 50 millones los ingresos mínimos que tiene que conseguir un filme en taquilla para percibir el 33% de la inversión realizada; rebaja de 200 a 150 millones el tope máximo que puede obtener una película e incluye la devolución de las ayudas al guión en el caso de que se produzca y realice el filme basado en dicho guión.
El Real Decreto refunde y armoniza las disposiciones vigentes y finaliza el desarrollo de la ley de 1994 de Protección y Fomento de la Cinematografía. Anunciado por el secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortés, para el pasado enero, su presentación se realizará probablemente a lo largo de esta semana, una vez consultados los sectores implicados y las comunidades autónomas.El texto, al que ha tenido acceso este periódico, rebaja sustancialmente las ayudas con respecto a la normativa anterior y se incentiva o premia el taquillaje de las películas. El decreto aumenta de 30 a 50 millones de pesetas los ingresos brutos que tiene que obtener una película durante los dos primeros años de su exhibición para obtener una cantidad equivalente al 33% de la inversión del productor. En el caso de películas dirigidas por nuevos realizadores -máximo de dos filmes-, así como proyectos de coste inferior a los 200 millones de pesetas, dichos ingresos brutos quedan fijados en 30 millones.
Las que sí se beneficiarán, no obstante, son las cinematografias realizadas en catalán, euskera y gallego. Para obtener ese 33% de la inversión del productor, los ingresos de estas películas en taquilla quedan fijados en 20 millones de pesetas, siempre que al menos 5 millones se obtengan por la exhibición en dicha lengua. Y más aún, en el caso de filmes de coste inferior a los 200 millones cifra más cercana a la realidad para este tipo de cinematografias-, los ingresos brutos exigidos se rebajan a 15 millones de pesetas.
Otro de los cambios con respecto a la normativa anterior es que se fija el tope máximo que puede recibir una productora por un filme en 150 millones y no en 200 como hasta ahora. Según este decreto, los únicos que podrán recibir subvenciones anticipadas -no más de 50 millones por película ni el 75% de la inversión del productor-, previa convocatoria, son los nuevos realizadores o los filmes que tengan un valor experimental nuevo. Será en dicha convocatoria en la que se determinará la cantidad máxima que pueda concederse a cada proyecto. Si en el caso de los nuevos realizadores, está claro que son aquellos que no han hecho más de dos largometrajes, en lo referente a los filmes con valor experimental nuevo será un comité de expertos el que decida cuál posee esa característica.
Otra novedad aparece en el capítulo III del decreto de estímulos al desarrollo de los guiones, según el cual las ayudas concedidas a un guión tendrán que devolverse cuando una productora realice una película basada en dicho guión. Desaparecen del texto las ayudas por "especial calidad" -hasta ahora se podían elegir anualmente hasta un máximo de 10 filmes cuyas productoras recibían 30 millones de pesetas-, algo que ya habían anunciado los responsables de del Ministerio de Educación y Cultura, pero se especifican las dirigidas a promoción en festivales. Aunque este tipo de subvenciones ya existían, el nuevo decreto posibilita que cada año se puedan otorgar hasta diez ayudas de un máximo de 20 millones de pesetas cada una, cuando las películas acudan a festivales de cine de mayor categoría.
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