Terapia hormonal: ¿fuente de juventud?
, Para enfrentarse al problema fisiológico -que no patológico, insisten los expertos- de la menopausia, la mujer tiene dos opciones: pasarla a la brava o administrarse la terapia hormonal sustitutoria (THS).
El cuándo, a quiénes, cuánta dosis y durante cuánto tiempo son las eternas preguntas. "Las contraindicaciones de hoy, serán las indicaciones del mañana", se oyó durante el II Symposium Internacional de Ginecología endocrinológica y Menopausia, celebrado los días 29, 30 y 31 de Enero en Madrid.
Está claro que el beneficio supera a los riesgos en pacientes con menopausias quirúrgicas, en las precoces y cuando hay riesgo de que aceche un trastorno cardiovascular o la osteoporosis. Siempre que la paciente no tenga riesgos de sufrir cáncer de mama. Porque es aquí donde encalla el debate. "Lo publicado en los dos últimos años no ha hecho más que sembrarme la duda", zozobraba un especialista. De 60 trabajos para aclarar la incidencia de la THS en el cáncer de mama, la mitad concluye que protege contra ese mal y la otra mitad que lo favorece. Tampoco es conveniente cuando hay antecedentes de trombosis, diabetes, hipertensión, y trastornos hepáticos. Ante este panorama, arguyen, que decida la paciente.
En el otro lado de la balanza se encuentra que la THS aumenta la masa muscular, el colágeno, disminuye el cáncer de colon, el Alzheimer, y el de pulmón. Además, le suavizará ese tránsito en el que puede tener sofocos, alteraciones de sueño, dolor articular, cefaleas, palpitaciones, ansiedad y depresión. ¿Es la THS fuente de la juventud?. La respuesta es: "En parte es verdad, pero sólo en parte?".
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