Las formas de 1900 inspiran la moda del 2000

A punto de concluir el milenio, los diseñadores miran atrás buscando inspiración en las tendencias de principio de siglo. Faldas por los suelos, cuellos enormes, líneas sastre y la ausencia del negro mandan en los desfiles otoño-invierno 1997-1998, que mañana comienzan en la Pasarela Cibeles, en la que participan 20 diseñadores, entre los que se cuentan Roberto Verino, Antonio Pernas, Antonio Alvarado y Victorio & Lucchino. Modistas y empresarios coinciden en la lenta recuperación del mercado del vestuario. Como contrapartida al aumento de las ventas, las grandes firmas bajan sus precios.

, Mientras en Barcelona se desmonta el Salón Gaudí, en el recinto ferial Juan Carlos I de Madrid los operarios dan los últimos toques al escenario y se completan las más de 500 acreditaciones de prensa nacional y extranjera para la Pasarela Cibeles. Por primera vez desde la creación de este escaparate de la moda, el calendario de desfiles se ha realizado sin la supervisión del Comité de Moda, un colectivo de 20 especialistas, entre los que se encuentran algunos periodistas. Este equipo, cuya directora es Leonor Pérez Pita, a la que popularmente se conoce como Cuca Solana, realizaba la selección de los candidatos. La dimisión de Carmen Caballero como directora general de Comercio dejó vacante también la presidencia del comité. Una baja que su sucesor, Ignacio de la Vega, no ha querido ocupar. En esta situación, la selección de los diseñadores que, desde mañana y hasta el próximo viernes, desfilan en Cibeles, se ha realizado sobre el calendario anterior. No se ha estudiado ni una sola propuesta nueva. El pasado jueves, en una decisión de emergencia, la Consejería de Economía de Madrid, de la que depende la Pasarela, decidió el nombramiento a toda pastilla de la directora general de Turismo, Teresa García Siro, como presidenta del Comité de Moda. Su nombramiento, al menos en un primer momento, se interpreta como un intento de la Administración del Partido Popular de tener una representación en los desfiles, que han contado, como en otras ediciones, con un presupuesto de 110 millones de pesetas. La celebración de Cibeles coincide con la Semana Internacional de la Moda (del 13 al 16 de febrero), en la que participan 500 expositores y están representadas 1.250 marcas.

Pese al silencio administrativo, la organización de la pasarela ha funcionado como una cadena en la que la pérdida de un eslabón no para la maquinaria. Habrá 18 modelos a disposición de los diseñadores que deseen utilizar el casting de Cibeles realizado por la agencia Buque. Judith Mascó, Verónica Blume y Martina se cuentan entre las elegidas. Faltan Inés Sastre, que se encuentra en Roma, y Elena Barquilla, que también trabaja en estos momentos en el extranjero. Como en anteriores ediciones, de la peluquería se ocupa el equipo de Angela Navarro y del maquillaje, cedido por la firma Guerlain, Yolanda López.

Cerca del cuerpo

Ajeno a los cambios políticos, el diseñador gallego Antonio Pernas daba el viernes los últimos toques a una colección cuya estructura abarca desde principios de siglo hasta los años sesenta. "Hacemos un resumen de lo mejor que ha producido el siglo, tocando, incluso, épocas muy posteriores", asegura Pernas, cuya colección para el invierno que viene acerca los tejidos al cuerpo con una marcada línea sastre. El oscurantismo de épocas pasadas parece haber concluido. Hasta Pernas, que no se distingue por utilizar una paleta muy amplia de colorido, reconoce que el negro, "un color estupendo porque te ayuda a hacer la maleta", ha pasado a un segundo plano, ganando el primer puesto los camel, los marrones y los grises.

Para este coruñés, casado con la diseñadora María Freire, algo se está moviendo en el mundo de la moda española: "En situaciones difíciles es cuando se agudiza el ingenio. Aquí carecemos de las bases culturales que tienen los franceses en relación con la moda, pero somos más apasionados y eso es lo que nos hace tirar para adelante". Desde que en 1993 se inició la crisis económica que provocó la caída del mercado del vestuario, por primera vez se ven signos de recuperación. "Este invierno hemos repuntado bastante", dice Pernas, quien confía, gracias al retoque de los precios, en que la crisis haya tocado fondo.

Con el largo y frío invierno el consumo ha mejorado. Roberto Verino participa también de ese optimismo. "Hemos hecho un esfuerzo notable sobre los precios, llegando incluso a aplicar una rebaja de hasta un 30% en las prendas con respecto al año anterior", asegura Verino, al tiempo que aclara que también se ha invertido al máximo en "la calidad y comodidad de las prendas".

Declaración de principios

Siguiendo esta línea, la colección que presenta en la 25ª edición de Cibeles, basada en la versatilidad, es toda una declaración de principios. "No trato de disfrazar a la mujer, ni de hacer propuestas engañosas. Se trata más bien dé que su personalidad sobresalga por encima de la ropa". Siguiendo esta filosofía, el espectáculo de su desfile se centrará en la colección, sin recurrir a nombres estrella, como ha hecho en otras ocasiones. "La pasarela y la calle deben caminar juntas", sostiene Verino, que en esta edición ha apostado claramente por los tejidos naturales y la mezcla de lanas, alpacas, napas y pieles naturales.

También los sevillanos Victorio & Lucchino vuelven a sus raíces creativas. Su colección Desnúdate, realizada en organza, terciopelo y punto, vuelve al barroquismo y la creatividad que les lanzó a la fama. Para el pase traen a la top-model Yasmímie Gauri.

Como única novedad de esta edición destaca el retorno de Antonio Alvarado, que sacará ropa, zapatos, toallas y sábanas comercializados bajo la firma Volulez-Vous. Destacan la falda por el tobillo, la de largo imposible (unos centímetros más abajo de la rodilla) o los pantalones amplios, realizados en punto o en lana. Su desfile, que clausurará la pasarela, no estará ajeno a la espectacularidad que rodea. todo lo que este polifacético diseñador toca. Bibi Andersen abrirá el pase, al que Rossi de Palma pondrá el broche final, despidiéndose con este desfile temporalmente de las pasarelas. Los modelos masculinos, de 18 a 20 años, han sido seleccionados en la calle, puesto que Alvarado necesitaba gente muy delgada y Ios modelos están demasiado cachas".

Alvarado ha optado esta vez por "el look de los estudiantes ingleses, que se visten totalmente a su aire sin pensar en lo que está de moda". Entre las innovaciones que presenta destacan los clásicos castellanos o las zapatillas de deporte con un palmo y medio de tacón. Lo opuesto a la propuesta de Devota & Lomba, orientada hacia el eclecticismo, que pasa por combinar prendas inspiradas en el art-dèco con las texturas más modernas.