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El déficit de caja del Estado aumentó un 16,4% en 1996 al ingresar medio billón menos de lo previsto

Las cifras del primer ejercicio presupuestario del Gobierno actual no han salido de acuerdo con sus previsiones. Los ingresos en la caja del Estado alcanzaron los 14,629 billones de pesetas, medio billón menos de lo previsto. Los pagos fueron de 18,321 billones, 43.000 millones más de lo previsto. En consecuencia, el déficit ha sido superior en algo más de medio billón respecto de la previsión y ha crecido un 16,4% en relación a 1995. Dentro de la cifra de gasto se incluye el pago de una deuda de 603.300 millones de los 721.000 millones atribuida a la etapa socialista. En parte por ello, el déficit en contabilidad nacional (el que puntúa para la moneda única) fue del 3,3% del PIB, dos décimas menos de lo exigido.

, Economía ofreció ayer un avance de la ejecución del presupuesto del Estado en 1996 en términos de contabilidad nacional (diferencia entre derechos y obligaciones reconocidas), que es el dato que cuenta a efectos del examen para la moneda única. Este déficit se situó en el 3,3% del PIB, dos décimas menos de lo previsto. Para 1995, el objetivo es del 2,5%, que junto al resto de administraciones públicas y Seguridad Social se eleva al 3%. El buen resultado obedece, sobre todo, a que el pasado año no se han contabilizado a estos efectos los 603.300 millones de pesetas de deuda heredada del anterior Gobierno socialista. Se trata de una obligación reconocida en años anteriores (compromiso de pago asumido pero no realizado en su momento) y, por tanto, no se cuenta a efectos de la contabilidad nacional en 1996.

Ingresos fiscales

El pago se ha efectuado realmente en 1996. Ello explica, junto a la caída de los ingresos, el deterioro del déficit de caja. Esta es otra forma de medir la ejecución presupuestaria -diferente a la de contabilidad nacional- en base al registro de los ingresos y pagos que efectivamente se han producido. De acuerdo con las cifras facilitadas, el déficit de caja se situó el pasado año en 3,68 billones, un 16,4% más que el año anterior. La previsión efectuada para 1996 por el actual Gobierno en septiembre pasado eran 3,171 billones, incluidos los 721.200 millones de deuda heredada (efectivamente se han pagado 603.300 millones). La desviación ha sido algo superior al medio billón. Sin contar este pago, el déficit de caja se habría, reducido en un 2,7%.

La desviación se explica sobre todo por la caída de los ingresos y entre ellos, de los fiscales. La cifra prevista eran 15,184 billones y lo efectivamente ingresado han sido 14,629 billones, es decir, 55.000 millones menos. Respecto del año anterior, el crecimiento previsto era el 7,8% y realmente han aumentado un 3,9%.

La principal desviación se ha producido en el impuesto sobre la renta (0,8% de crecimiento en relación a 1995 frente al 6,3% previsto) ya que se han recaudado 290.000 millones menos de lo previsto. Los ingresos por retenciones del IRPF han aumentado en 119.596 millones en relación a 1995, mientras que las derivadas del capital mobiliario han caído en 38.752 millones.

También se ha producido un descenso importante en los ingresos patrimoniales que engloban, sobre todo, los procedentes de los beneficios del Banco de España y de las privatizaciones. La previsión eran 1,180 billones y efectivamente se han ingresado 930.800 millones, con una diferencia de 250.000 millones. Tanto en el impuesto de sociedades como en el IVA se han superado ligeramente las previsiones.

En cuanto a los pagos, la cifra alcanzada en el año 1996 fue de 18,312 billones, muy cerca de la previsión (18,355 billones) que incluye el pago de la deuda heredada.

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