Hamás reanuda sus ataques en el sur de Líbano y mata a tres soldados israelles
El grupo proiraní Hezbolá reanudó ayer sus ataques contra el Ejército israelí en la zona ocupada al sur de Líbano con la explosión de una bomba que causó la muerte a tres soldados y heridas a un cuarto. El atentado es el más sangriento que realiza la guerrilla integrista desde comienzo de año y rompe una calma relativa de tres semanas. Los agresores activaron una carga explosiva por control remoto en las inmediaciones de Kuseieh, en el sector central de la zona de seguridad de 15 kilómetros que Israel ocupa en el Líbano meridional.Los soldados, pertenecientes a una unidad de élite, participaban en una misión operativa cuando estalló a su paso la bomba. En represalia, la artillería israelí disparó varios obuses a lo largo del río Litani, que atraviesan los guerrilleros de Hamás para entrar en la zona ocupada.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pidió ayer a Siria que frene las actividades de Hamás en el sur del Líbano. Al ser preguntado sobre la petición de Damasco de que Israel haga un gesto de buena voluntad para reiniciar las negociaciones bilaterales de paz suspendidas desde hace un año, Netanyahu contestó: "Un gesto muy apropiado sería el cese de esta guerra indirecta".
El atentado de ayer se produce en medio de un aparente flujo de contactos diplomáticos para que israelíes y sirios reanuden las negociaciones. El enviado europeo para Oriente Próximo, Miguel Angel Moratinos, se reunió el miércoles en Damasco con el presidente Hafez el Asad. El diplomático español manifestó al término de la entrevista que Siria ha expresado interés en la sugerencia israelí de encontrar una fórmula que permita la reanudación del diálogo bilateral.
El presidente norteamericano, Bill Clinton, recibirá en los próximos dos meses a los líderes de Israel, Egipto, Jordania y de la Autoridad Palestina con el primordial objetivo de reactivar las negociaciones entre israelíes y sirios. Antes de todo ello, Netanyahu se entrevistará con Hosni Mubarak y Yasir Arafat este fin de semana en Davos (Suiza).
Por otra parte, Arafat ha pedido a EE UU que se abstenga de extraditar a Israel a Musa Mohamed Abu Marzuk, dirigente político de Hamás que se encuentra desde hace tres años en una cárcel norteamericana.
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