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Madonna y Banderas desvelan su 'Evita'

La cantante y el actor asistieron anoche al multitudinario preestreno del filme en Madrid

Elsa Fernández-Santos

"Este es el año de mi vida. He tenido dos bebés: mi hija y Evita". Con esta afirmación en la boca, la cantante Madonna entró ayer en un cine de la Gran Vía de Madrid para asistir, junto a Antonio Banderas, al preestreno del musical que interpretan juntos. Fue una de las galas más espectaculares que ha vivido nunca la céntrica calle madrileña. Miles de personas, acordonadas por al menos un centenar de policías, esperaban desde la tarde a as estrellas, a las que recibieron con gritos y aplausos. Banderas y su mujer, Melanie Griffith, incluso salieron al centro de la carretera para devolver el saludo. Madonna, envuelta en un falso abrigo de leopardo, afirmó, señalando a la calle: "Nunca podré cansarme de todo esto".

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Eran las once de la noche cuando Madonna llegó, desde el aeropuerto de Barajas hasta el cine de la Gran Vía en el que se. celebró el preestreno, en una limusina que ocultaba su interior con unas cortinas, blancas. Un gigantesco guardaespaldas abrió la puerta y un sombrero de flores rosas anunció a la estrella. Envuelta en el abrigo, la cantante sólo dejaba ver su sombrero rosa, unos zapatos del mismo color (diseñados por el canario Manolo Blahnik) y el vuelo de un vestido negro. Después de detenerse por unos minutos para disfrutar del ensordecedor griterío de la calle, la diva se situó frente a una grada llena de cámaras, sonrió, y lentamente -como si estuviera sola frente a un espejo-, abrió el leopardo hasta dejarlo caer. Desde la calle, y al ver el numerito de la cantante,el estruendo se multiplicó. " i i i Mamma mia!!!", le gritaron. El vestido negro transparente, un diseño de los italianos Dolce e Gabbana que lo poco que ocultaba lo dejaba entrever, provocó una auténtica conmoción. Bastó el instante para que Madonna no defraudara a sus admiradores. 'IMadraza!", "¡Guapa!"" Esta película es estupenda; S¡ no, ¿por qué habría venido aquí tanta gente?", dijo la estrella con, mirada pícara. Mirando a los ojos a las cámaras, Madonna demostró quién es y por qué está donde está. Su sonrisa -el rasgo mas infantil de su rostro- contrastaba con las joyas de señora opulenta que lució. Su bolso, adornado con etiquetas de colores, era el otro guiño infantil de la estrella que, a sus 38 años y vista de cerca, parece más una revoltosa jovencita jugando a matrona que una mujer madura intentando disimular su edad.

Si el recibimiento a Madonna fue espectacular, el de Antonio Banderas y Melanie Griffith no tuvo nada que envidiarle. El actor, con el dominio de las tablas que últimamente le caracteriza, incluso se permitió colocarse en medio de la Gran Vía para levantar los brazos y bañarse a gusto entre la multitud. - Los admiradores, a pesar del frío, hasta sudaban. Incluso la espera fue una fiesta: habían podido ver de cerca a personajes tan opuestos como el cineasta Pedro Almodóvar ("Evita me parece un personaje fascinante y Madonna, ¿a quién no le gusta. Madonna?", afirmó); el presidente del Atlético de Madrid, Jesús Gil; la cantante y actriz Sara Montiel, o el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.

Sin nostalgias

Antonio Banderas estaba en Madrid desde por la mañana para presentar junto al director de Evita, Alan Parker, la versión cinematográfica -que han realizado de la ópera pop que en 1976 escribieron Andrew Lloyd Weber y Tim Rice y en la que el actor interpreta al narrador de la historia (el Che Guevara en la versión teatral). "Vivo el presente.sin nostalgias, pero no me considero un Hernán Cortés: no he quemado mis .naves", señaló por la mañana el actor, quien anunció que acaba de fundar una productora que, según él, le devolverá al cine europeo. Banderas y Parker defendieron la visión que de Eva Duarte ofrece el filme. Evita será estrenada en las salas comerciales españolas el 24 de enero y sólo será proyectada en versión original (en sus dos horas de metraje únicamente hay un diálogo de cuatro palabras). El actor, explotando su imagen de estrella latina, se presentó ante los periodistas con una camisa blanca abierta que dejaba ver sobre su pechó una gruesa cadena de oro. En sus manos y brazos, anillos y pulseras. Y, como remate, un chaleco negro de piel de borrego. Banderas -Otra vez dominando la escena- bromeó, se dejó fotografiar con una espontánea que se coló en la sala sálpicó su intervención con puntualizaciones en inglés y, para relajar el ambiente, hizo alguna concesión a sus orígenes dejando escapar su acento andaluz.

El actor es en el filme, según afirmó ayer, "la conciencia crítica de Argentina, un personaje irónico, que tiene sentimientos encontrados sobre Eva". Parker dijo que desde el principio tuvo claro que Banderas podía dar la talla como cantante. "Le admiro mucho como actor y sabía que podía cantar". "A mí" añadió Banderas, "más que mi voz, me preocupaba el arco dramático del personaje". Sobre la decisión de quitarle. al personaje la referencia iconográfica con el Che Guevara, Banderas. admite: "Fue un alivio".

Evita presenta a Eva Duarté como una mujer que a pesar de su desmedida ambición, parece más entregada a la causa de su pueblo que a la suya propia. "He realizado una película equilibrada" afirmó el director cuando, se le recriminó el retrato excesivamente. épico que ofrece de la mujer de Juan Perón. "Esta película se llama Evíta y no Juan. De todas formas creo que también he reflejado la negativa del peronismo. He leído mucho sobre el tema pero la película es un musical, no un análisis político". Banderas, que no quiso dar su opinión personal sobre Eva Duarte, dijo: "Para el mito de Evita lo mejor que le pudo pasar fue morirse a los 33 años".

Rodaje "claustrofóbico"

El actor definió el rodaje del filme como "claustrofóbico. Todo nuestro trabajo estaba predeterminado por las canciones. Alan Parker nos dirigió, más en el estudio de grabación que en el escenario del rodaje". "La emoción, el corazón de la película está en la música", dijo el director.La banda sonora se grabó durante tres meses en Londres y las imágenes se rodaron en Hungría y Argentina. El rodaje en Buenos Aires estuvo rodeado de polémica, pintadas en la calle e incluso amenazas de muerte contra Madonna. "Ella lo paso muy mal" señaló Banderas. "Pero me parece muy importante el debate interno que sobre la libertad de expresion se genero en Argentina a raiz de la película".Sobre el paralelismo que desde el inicio del proyecto se ha establecido entre la cantante y el mito argentino, el actor opinó: "Creo, aunque Madonna puede contradecirme, que entre ella y Eva Duarte hay muchas similitudes. Son mujeres que empezaron muy abajo y que han logrado mucho poder. Provocan opiniones muy encontradas y ambas han generado un monstruo que ni siquiera ellas pueden domesticar".

La crítica hasta ahora defiende Evita y dice que la cantante está cómo nunca (sólo en Argentina ha sido adversa). Madonna aspira en su país a Un Globo de Oro por la película (que está elegida para otros cuatro más, en uno de los cuales se incluye a Banderas), en Inglaterra los críticos han sido unánimes:"Madonna ha nacido para interpretar a Eva Duarte, se merece un Oscar"; "está, simplemente, soberbia".

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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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