_
_
_
_

"Se van a matar por la comida"

Ramón Lobo

Una docena de plátanos es capaz de causar un tumulto grave entre los refugiados de Minova, que se pelean por ellos. Llegan hasta aquí tras casi cuatro semanas de penosa caminata, alimentados por granos de maíz y patatas. Nadie les recibe en la aldea de Minova. No hay socorro humanitario ni galletas hipernutritivas. El primer puesto está a 10 kilómetros.El general canadiense Maurice Baril, que ha visitado la zona banyamulenge para evaluar la situación en Zaire, calificó de "arriesgada y peligrosa" la operación prevista de lanzamiento de ayuda humanitaria en paracaídas.

El padre carmelita español Luis Hernández Bueno, que ayer salió de Bukavu, en el sur, junto a 10 monjas -al menos tres de ellas españolas- de la orden del Divino Maestro, es rotundo: "Lo único que van a conseguir es que la gente se mate por la comida. Ese tipo de operación sólo sirve para acallar la mala conciencia de la comunidad internacional".

Más información
Constituida la misión internacional para Zaire con dudas sobre el lanzamiento de ayuda en paracaídas

En Bosnia-Herzegovina, Estados Unidos lanzó alimentos en cuatro enclaves musulmanes: Bihac, Srebrenica, Zepa, Gorazde y Maglaj. Algunas personas murieron, al meterse en campos de minas. Otras perecieron aplastadas por los paquetes. Los serbobosnios acusaron a EE UU de lanzar armas junto a la comida. Ése es también el temor del Gobierno de Zaire. Las autoridades de Ruanda tampoco quieren alimentos llovidos desde el cielo. Dicen que es perder tiempo y dinero, que éste debe invertirse en integrar a los retornados.

Un asesor del vicepresidente y ministro de Defensa de Ruanda, Paul Kagame, que es el hombre fuerte del país, acusó ayer al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) de inflar las cifras de refugiados en Zaire y calificó a las ONG que trabajan aquí de "industrias humanitarias". Ruanda también teme que algunos países, como Francia, aprovechen la misión aérea para armar a los interahamwes. No sería extraño. Lo hicieron cuando estaban en el Gobierno y cuando se encontraban en el exilio gobernando los campos de refugiados de Zaire.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_