El bosque autóctono enfrenta a ecologistas e ingenieros
La celebración ayer del día de los bosques autóctonos por iniciativa de Greenpeace y la Asociación para la Recuperación de los Bosques Autóctonos (ARBA) ha enfrentado a los ecologistas con los Ingenieros de Montes, los profesionales que han gestionado la política forestal en España durante los últimos 150 años.La presentación de esta jornada a comienzos de mes contó con la presencia del Secretario General de Medio Ambiente, Borja Cardelús, quien calificó de "nefastas" las actuaciones pasadas en política forestal y se comprometió a "acabar con los aterrazamíentos y la rutina de años".
La Asociación y el Colegio de Ingenieros de Montes ha salido al paso del manifiesto, que lo consideran descalificador para su colectivo. "En 150 años seguro que hemos hecho cosas mal", pero no se puede desprestigiar de un plumazo la repoblación forestal, "cuyo objetivo primordial ha sido restaurar los ecosistemas forestales degradados mediante el mínimo impacto ambiental, dice Alejandro Valladares, decano del Colegio.
Polémica
Frente a las críticas ecologistas a los aterrazamientos, los ingenieros de Montes afirman que en contra de lo comúnmente afirmado, las terrazas frenan la erosión y no ocasionan la pérdida de la fertilidad del suelo, que es en la totalidad de los casos escasa. La propagación con carácter prioritario de especies autóctonas y arbustivas, como proponen los ecologistas, "no garantiza en absoluto su ascensión en la escala climática, dadas las condiciones extremas de nuestra meteorología", dicen los ingenieros. El tradicional recurso a los pinos en las reforestaciones lo justifican porque se trata de una especie colonizadora austera que, una vez asentada, es desplazada por especies autóctonas más nobles y robustas. "Cierto es que puede haber un empacho de pinos, pero no menos cierto que hay que tenerlos en cuenta inexorablemente para la restauración de los ecosistemas forestales degradados en fases regresivas. ".Tanto Jorge Díaz de la asociación ecologista AEDENAT y Santiago Martín Barajas de la CODA coinciden en criticar la cultura de los ingenieros forestales porque priorizan el carácter productivo-económico sobre el ecológico. "Nosotros no criminalizamos los pinos", precisa Martín Barajas, aunque los consideran "plantas piróficas, fáciles de prenderse fúego", puntualiza Jorge Díaz.
En paralelo a esta controversia, el presidente y decano del colegio de ingenieros de Montes califica de "barbaridad profesional" las afirmaciones del Secretario General de Medio Ambiente y reprueba su actitud de darles la espalda, pues ni él ni la ministra de Medio Ambiente han encontrado tiempo para entrevistarse con el colectivo, como sí ha ocurrido con los ecologistas. "Es como si el ministro de Sanidad se reúne con los naturalistas para estudiar la política sanitaria y se olvida de invitar a los médicos".
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