El PNV advierte a la banda que "por este camino no se va a ninguna parte"
El secuestro de Cosme Delclaux demuestra, según el socialista Ramón Jáuregui, consejero de Justicia y Economía del Gobierno vasco, que "Euskadi vive secuestrada de manera permanente y que los vascos no podremos quitarnos nunca el lazo azul de la solapa". Iñaki Anasagasti, el portavoz del PNV en el Congreso, consideró que "por este camino no se va a ninguna parte", y su compañero Íñigo Urkulu apuntó que "cada vez que se intenta sentar unas mínimas bases de diálogo y mover alguna ficha, [ETA] da una patada al tablero para que se tenga que volver a empezar". Todos los partidos vascos, salvo HB, coincidieron en su condena de esta nueva acción terrorista.
El lehendakari, José Antonio Ardanza, conversó ayer por la mañana con Alvaro Delclaux, el padre del empresario secuestrado, y le transmitió su solidaridad y la de todo el Gobierno vasco, así como "el compromiso de la policía de hacer todo cuanto tenga en sus manos" y el de toda la sociedad vasca en favor de la paz. Su portavoz en el Parlamento de la comunidad, Mari Carmen Garmendia, pidió a alguien de los violentos "que tenga dos dedos de frente" que se dé cuenta de que esta situación no conduce a nada.En esa misma línea, Iñaki Anasagasti reflexionó en el sentido de que "por este camino no se va a ninguna parte". El portavoz del PNV en el Congreso entiende que este secuestro es un ataque directo tanto al empresariado vasco como a la sociedad y que ETA no sólo tiene "un móvil económico, sino también propagandístico", si bien matizó que su aparente demostración de fuerza supone en el fondo una inequívoca "debilidad".
Íñigo Urkulu, miembro de la ejecutiva nacionalista vasca en Vizcaya, aseguró que "los más interesados en que no se llegue a ningún tipo de solución a la violencia son los propios violentos". "Cada vez que se intenta sentar unas mínimas bases de diálogo y mover alguna ficha, [ETA] da una patada al tablero para que tengamos que volver a empezar", añadió.
Los socialistas vascos, como recalcó Ramón Jáuregui, creen que "Euskadi vive secuestrada de manera permanente" y que los vascos no se podrán quitar nunca "el lazo azul". Para los socialistas, este nuevo caso "es el exponente más claro y contundente con el que ETA reitera al pueblo vasco que no está dispuesta a modificar en lo más mínimo sus planteamientos". "El talante de estos chantajistas y asesinos sin piedad no conoce el significado de conceptos como libertad o democracia", agregaron.
El presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, considera que se prueba una vez más que "la voluntad de ETA es la de arruinar el País Vasco". "La organización terrorista va en contra de los empresarios y quiere que cojan las maletas y se vayan", indicó para pedir luego a éstos que sigan "apostando" por el País Vasco porque "esta lacra de mafiosos" no puede con la mayoría de los vascos y demócratas de Euskadi.
El coordinador general de Izquierda Unida en Euskadi, Javier Madrazo, señaló que se evidencia el interés y la necesidad de ETA "por sanear sus arcas, mantener su infraestructura y continuar asesinando". Además, consideró que esta nueva acción es "un ataque interesado a la línea de flotación de la ponencia parlamentaria constituida para elaborar un plan sobre el acercamiento de presos etarras a Euskadi". Eusko Alkartasuna recordó que "ninguna causa justifica la vulneración de derechos individuales".
El Ararteko (defensor del pueblo), Javier Markiegi, reiteró que el secuestro es "una agresión a la convivencia en paz" y expresó su confianza en "la vitalidad ética y social de los ciudadanos vascos". Los sindicatos, excepto LAB, condenaron también el golpe de ETA. Gesto por la Paz ha convocado para el sábado cuatro manifestaciones en las capitales de la comunidad vasca y la navarra para pedir la liberación de José Antonio Ortega y de Cosme Delclaux.
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