_
_
_
_

Un representante poco convencional de su apellido

El secuestrado es un Delclaux que no encaja en el estereotipo adjudicado convencionalmente a los miembros de las familias de la burguesía industrial y financiera asentadas en el emblemático Neguri. Sus amigos y conocidos hablan de un hombre sencillo, afable, comunicativo, que reúne amistades en ámbitos sociales bien distintos.Todos le recordaban ayer con el semblante risueño, cariñoso y comunicativo. "Es un chico normal", repetían, "un tipo majo que para nada te hace pensar que forme parte de una familia adinerada". Como prueba, sus conocidos apuntaban al hecho de que ninguno de los socios y amigos con los que creó la empresa Integra Multimedia en, Zamudio (Vizcaya) pertenezca a los ambientes de la alta burguesía bilbaína.

Más información
La vida en un agujero
Un nuevo golpe al corazón de la alta burguesía de Bilbao
ETA envía otra tanda de cartas a los empresarios y profesionales exigiendo el pago de un chantaje
La banda ha retenido a 76 personas desde 1970
Interior señala a ETA como autora del secuestro
El PNV advierte a la banda que "por este camino no se va a ninguna parte"
González asegura el apoyo al Gobierno en la lucha contra el terrorismo de ETA
HB se niega a condenar el seculestro la Comision de Derechos Humanos vasca

Emprendedor e independiente, el desaparecido se ha mantenido alejado de los negocios familiares y ha buscado su propio futuro a través de la informática. En septiembre último dejó de trabajar en su pequeña empresa para aceptar el empleo de responsable del área de Internet que le ofrecía la firma Eys Consulting, instalada en el mismo edificio del Parque Tecnológico de Zamudio. Conseguida la independencia, económica que buscó con ahínco tras hacer la mili en el Regimiento de Caballería de Cuatro Vientos, Cosme Delclaux había empezado a buscar piso porque quería casarse el próximo verano.

Estudió en los Jesuitas y luego pasó a la Universidad de Deusto, donde acabó Derecho. No ha llegado a ajercer de abogado porque se sintió atraído por el mundo de la informática. Con su pequeña empresa de amigos recién creada, hace tres años impartió seminarios en la Universidad de Navarra sobre las empresas multimedias, el CD-ROM e Internet.

De complexión fuerte, algo grueso, estatura mediana, pelo negro y rizado, Cosme Delclaux es, a decir de sus amigos, un hombre campechano, serio en los tratos, trabajador y muy activo, amigo de los largos paseos por el, monte y cazador ocasional.

Aunque ha seguido relacionándose con sus amigos, muchos de ellos procedentes del mundo universitario, y participaba en las cenas y encuentros periódicos, en los últimos tiempos pasaba la mayor parte de su tiempo libre con su novia, Adriana Aguirre, y mostraba un a mayor querencia por recogerse en casa. Cocinero aficionado, amante del buen comer, es un manitas en la reparación de electrodomésticos y un apasionado de los perros, pasión que su novia alimentó al regalarle un raro ejemplar de perra rhodesiana.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Quienes le conocen bien creen, admitiendo que sólo cabe hacer conjeturas sobre una situación dramática como esta, que el temperamento de Cosme puede ayudarle a sobrellevar el padecimiento del cautiverio. Es una idea a la que sus amigos se aferran con esperanza pero que no deshace el espanto de imaginarse a Cosme Delclaux enterrado en el diminuto agujero que ETA reserva a sus presos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_