La Comisión Europea descarta sancionar a España con la suspensión del Fondo de Cohesión

La Comisión Europea confirmará mañana oficialmente que ha descartado sancionar a España con la congelación del Fondo de Cohesión por el déficit excesivo de 1995, que ascendió al 6,6% del PIB en lugar del 5,8% previsto, a causa del impacto del llamado agujero de 721.000 millones de pesetas. Los jefes de gabinete de los comisarlos llegaron ayer a este acuerdo tras convencerse por los últimos datos de ejecución presupuestaria facilitados por Economía, que España ha vuelto a la senda virtuosa y cerrará el déficit de este año en el 4,4% comprometido. España debe comprometerse a cumplir ese objetivo y si no lo cumple recibirá la sanción en la primavera de 1997.

El argumento para descartar toda eventual sanción estriba en que el presupuesto está volviendo en este ejercicio a la senda del déficit comprometido y acabará el año con un máximo del 4,4% del PIB, el previsto en el programa de convergencia. Así, la Comisión podrá aprobar hasta final de año proyectos españoles del Fondo de Cohesión por 400 millones de ecus (64.000 millones de pesetas), la parte aún no ejecutada de los 1.400 millones de ecus que le corresponden en 1996.La decisión, que pese a alguna reticencia anoche acordaron los jefes de gabinete de los comisarios a instancias de los equipos de Yves-Thibault de Silguy (Asuntos Monetarios) y Monika Wulf-Mathies (Fondo de Cohesión), será formalizada mañana en el plenario del colegio de comisarios. Aunque habrá discusión, pasará sin mayor drama. Bruselas asumirá así el razonamiento del Gobierno español, apoyado en el reglamento que regula el procedimiento de déficit excesvo: si se ha recuperado la senda del déficit previsto, no tiene sentido sancionar por lo que ocurrió anteriormente. Y confirma el anuncio del ministro de Economía, Rodrigo Rato, al presidente del Gobierno, de que el asunto "está encauzado" (véase EL PAÍS del 24 de octubre).

La ausencia de sanciones era "la hipótesis más optimista" para España, según reconoció anoche un alto cargo del Ejecutivo comunitario. Este se ha de cantado tras excluir incluso un amago de sanción que consistía en imponer la congelación del Fondo durante un mes, y comunicar públicamente que lo había suspendido en el mismo momento en que la levantase.Sin embargo, la decisión irá acompañada de una carta al Gobierno español, emplazándole a que confirme su compromiso de acabar el año por debajo del 4,4%; anunciándole que realizará un "seguimiento" minucioso de la ejecución presupuestaria; e indicándole que ésta es la última concesión. Esto se expresa mediante la advertencia retrospectiva de que si el aumento del 5,8% al 6,6%, se hubiera comunicado en primavera, Bruselas habría suspendido entonces la disponibilidad del Fondo. Y España debe comprometerse y si no cumple recibirá una sanción en primavera de 1997.

La flexibilidad de la Comisión es aún superior con Grecia. El documento de Previsiones económicas de otoño, que mañana verá la luz, descuenta que Grecia acabará el año con un déficit del 7,9%, superior en tres décimas al comprometido. Los otros dos países de la cohesión, Portugal (que cerrará al 4%, mejor que el 4,6% previsto), e Irlanda, cumplirán, y por tanto no son sancionables.

Altos funcionarios consideran que esta flexibilidad "sólo ha sido posible" porque Bruselas ha autorizado también la operación France Telecom (rebajar un 0,5% el déficit francés de 1997, aplicándole el billón de pesetas de las pensiones de esa empresa, a cambio de que el Estado asuma sus obligaciones). Por esa brecha y para evitar acusaciones doble rasero, se han colado España y Grecia, algo que lamentan los ortodoxos.

[En una entrevista concedida a la CNN, el gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, manifestó anoche que si el Gobierno logra cumplir su objetivo de inflación para este año, España estará en condiciones de abordar la convergencia.]