Pujol insiste ante Aznar en que reclamará los impuestos especiales durante esta legislatura

José María Aznar y Jordi Pujol, en su tercer encuentro en La Moncloa, trataron ayer de ofrecer una imagen distendida de las relaciones entre el Gobierno y CiU pese al conflicto suscitado a raíz de la renovación, en secreto, del concierto económico vasco. Después de tres horas y media de entrevista, Pujol resaltó los aspectos más positivos de su pacto con el PP y el cumplimiento de los compromisos firmados en abril.Pero dejó claro que Cataluña también quiere recaudar los impuestos especiales que gravan el tabaco, el alcohol y los carburantes. Como Euskadi. Y puso fecha: esta misma legislatura. Añadió que para la Generalitat es igualmente muy importante cerrar la financiación de la sanidad. ¿Y las enmiendas de CiU a los Presupuestos? Aquí no hay acuerdo. Los nacionalistas mantienen su petición de 35.000 millones más para inversiones del Estado en Cataluña.

José María Aznar necesitaba un gesto de Jordi Pujol para cortar de raíz el "incendio autonómico" suscitado tras la reclamación de CiU, que se siente agraviada por las conquistas financieras del Partido Nacionalista Vasco. Lo consiguió sólo a medias. El presidente de la Generalitat valoró como "razonablemente bueno" el resultado de la entrevista. "Hemos cumplido el objetivo, que era desbrozar el camino. Unos temas se han resuelto y otros, no. No hay que dramatizar que en algún punto existan desacuerdos".Pujol manifestó su acuerdo con Aznar en las grandes líneas presupuestarias, en la política de convergencia europea y en el cumplimiento de los pactos de abril con el PP, pero destacó la existencia de "puntos oscuros" que aún deben resolverse. Citó los impuestos especiales, las políticas pasivas del Instituto Nacional de Empleo (Inem) y la caída de la inversión pública en Cataluña que se recoge en el proyecto de Presupuestos."Puntos oscuros"

El presidente catalán compareció ante los medios de comunicación con rostro muy serio. Luego se relajó e incluso bromeó con los periodistas. No hubo necesidad de forzar a Pujol a que expresara sus "puntos oscuros" con el Gobierno. De los impuestos especiales, dijo que Aznar ya sabía desde la negociación de abril que era una reclamación que se plantearía cuando se superasen los problemas técnicos que los negociadores del PP, con el actual ministro de Economía, Rodrigo Rato, a la cabeza, alegaron para rechazar las pretensiones de CiU.

Pujol aseguró que ayer no le pidió a Aznar ningún compromiso y aclaró que pretendía que esta reclamación no afectara a la estabilidad del país. De ahí que expresara su intención de plantearlo en el "momento oportuno, pero no ahora" para que no se interpretara como una reapertura del debate sobre financiación autonómica y no interfiriera otras negociaciones en curso.

El portavoz del Gobierno, Miguel Angel Rodríguez, no se pronunció sobre esta cuestión, pero el ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, aseguró: "A Jordi Pujol le vamos a decir no a la administración de los impuestos especiales".

Pujol reconoció que sobre su reclamación de que a las políticas activas del Inem, recogidas en el pacto de abril, se sumen las pasivas (pago de prestaciones de desempleo) tampoco había acuerdo con el Gobierno. El ministro de Trabajo, Javier Arenas, había manifestado previamente, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que, los pactos de abril sólo obligan al Gobierno a traspasar las políticas activas de empleo.Inversiones en Cataluña

Sobre las enmiendas de CiU a los presupuestos para obtener mayor inversión en Cataluña (35.000 millones de pesetas más), Pujol dijo que Aznar preferiría que no hubiera habido enmiendas. Y agregó: "Yo también preferiría no haberlas tenido que presentar". Y destacó que las inversiones del Estado en Cataluña en materia de medio ambiente habían caído del 10% del total español al 3%.

Admitió Pujol que habían existido dificultades de diálogo entre el,Gobierno y la Generalitat catalana. "Hemos hablado de ello. Unas cosas se han arreglado y otras, no". También desdramatizó el tema al señalar que "en una colaboración de este tipo siempre hay roces, malentendidos o desacaerdos". Reconoció el presidente de la Generalitat que sobre la OPA de Endesa a Sevillana de Electrícidad y Fecsa no había tenido previamente toda la información que, a su juicio, debiera tener.

Aznar y Pujol no establecieron nuevos mecanismos de relación para superar los problemas de comunicación entre ambas administraciones y grupos parlamentarios. Pujol bromeó con los periodistas y dijo que bastaba con el teléfono, el fax o Internet.

El portavoz del Gobierno, Miguel Angel Rodríguez, eludió pronunciarse sobre los temas conflictivos del encuentro,. alegando que no había tenido suficiente tiempo para ser informado por el presidente del Ejecutivo y los calificó de "cosas cotidianas que hay que resolver". Entre ellas situó la reclamación de la Generalitat de mayor inversión para Cataluña.Expresó la "satisfacción" de Aznar por el resultado de la reunión y por el clima de la misma.

Rodríguez ofreció una imagen más optimista del encuentro que Pujol. El portavoz puso énfasis en la "solidez y la buena salud del pacto", en la buena relación "política y personal" entre Aznar y Pujol y en el acuerdo en los " grandes temas" como la política económica y europea. Aznar y Pujol volverán a entrevistarse a fin de año para repasar el cumplimiento de los pactos de abril. Ambos coincidieron en que el pacto escrito se está cumpliendo en aspectos como la ley que suprime los gobernadores civiles (LOFAGE) o la cesión del 30% del IRPF. En su próximo encuentro harán balance del cumplimiento del traspaso de los puertos, del Inem, de la modificación de la Ley de Costas y la financiación de la sanidad, que, recordó Pujol, es un asunto de mayor trascendencia económica que los impuestos especiales, los cuales, a su juicio, no reportarán más dinero a la Generalitat ni menos al Gobierno.