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Rostros de la musa de Kychner en el Tyssen

El museo muestra dibujos y cuadros de la misteriosa modelo del pintor alemán

Fränzi tenía 12 años y era una de las muchas niñas de un barrio obrero de Dresde a principios de siglo. En el número 80 de la Berliner Strasse de ese barrio, esta chica revoltosa y vivaz se convirtió en la improvisada modelo de dos jóvenes pintores radicales: Ernst Ludwig Kirchner (1880-1938) y Erich Heckel, creadores del movimiento Die Brücke (El Puente). El cuadro Fränzi ante una silla tallada, perteneciente al Museo Thyssen, es el centro de una muestra breve pero reveladora que reúne dibujos en torno al esta misteriosa muchacha. La exposición, segunda de la serie Contextos del Museo Thyssen, se abre hoy lunes al público. Estará abierta hasta el 26 de enero próximo.

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Fränzi, Marcella, Doris, Pauli, Heidi, Juliette, Melanie, Emmy y Lotte. Ésos son los nombres de las modelos que escogieron entre las chicas que conocían los entoces jovencísimos y airados pintores que fundaron Die Brücke. Poco más que el nombre se sabe de ellas. Poco más que lo que revelan los cuadros.Fränzi ante una silla tallada es una de las pinturas clave del arte de nuestro siglo. El rostro verde de la modelo sentada en una silla de madera, tallada por el propio Kirchner, e inspirada en máscaras polinésicas representa, según el conservador jefe del Museo Thyssen, Tomás Llorens, un momento crucial del movimiento Die Brücke. "El cuadro contiene la síntesis estilística del grupo", dice.

"Los pintores de Die Brücke vivían intensamente sus ideas. rechazaban la moral burguesa y el academicismo. No querían modelos profesionales de pose, sino que preferían a las chicas espontáneas que les rodeaban. Eran sus modelos y sus musas. Fränzi fue pintada muchas veces por Kirchner y Heckel, que compartían el taller", explica Llorens.

"Entre, los miembros de este movimiento había una especie de mística compartida, de utopía común. Ellos mismos construían sus muebles y estampaban sus cortinas y tapices, vivían de forma desordenada, siempre en contra de las tendencias de la burguesía".

Junto al cuadro principal de la muestra se exhibe una docena de dibujos de este niña, de mirada clara y pelo oscuro, y otros dos cuadros: Marcella y Frünzi y Marcella. Dos desnudos tumbados. Marcella tenía unos quince años y es otra de las habituales de este artista, que, por otro lado, no siempre identificaba a sus modelos. Durante mucho tiempo se pensó que Fränzi y Marcella eran hermanas, pero en los últimos años esto parece que ha quedado descartado.

Fránzi aparece desnuda en muchos de los cuadros, afirmando las ideas de retorno a lo natural y primitivo que propugnaban estos artistas. "El erotismo y el humor forman parte del espíritu de Die Brücke en ese tiempo. Todos los dibujos de Fränzi que exhibimos son del año 1910. Para estos pintores la mujer representa lo intuitivo, lo salvaje, el espíritu de la naturaleza", continúa Llorens. La inocencia desinhibida de esta muchacha encajaba perfectamente pon estos ideales.

"El lenguaje pictórico de Kirchner tuvo en esa etapa estrecha relación con el de Gauguin y su técnica de colores con planos superpuestos. También Matisse, que en 1904 había exhibido su retrato de mujer con sombras verdes en la cara, había marcado el camino". Frünzi ante una silla es el cuadro que da fe del profundo interés que despertaron Matisse y los fauvistas en estos artistas y su influencia en el expresionismo alemán.

Reclusión en un sanatorio

El traslado de Kirchner y Heckel a Berlín en 1911 continuaría con estas líneas generales trazadas en Dresde, donde alcanzaron el mayor reconocimiento del grupo. Fue quizá la época más estimulante para Kirchner, que con la Primera Guerra Mundial quedó profundamente afectado, En 1917 su fragilidad mental lo obligó a recluirse en un sanatorio suizo, donde continuó pintando paisajes. En 1928 su estilo se hizo más abstracto, y en 1937 su obra fue clasificada como arte degenerado por los nazis. Poco después, Ernst Ludwig: Kirchner se quitó la vida.

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