Inquietud y contradicciones

De las 240 asociaciones y empresas mixtas que existen hoy en la isla, el 20% son de capital español, mientras que de las 650 firmas extranjeras inscritas en la Cámara de Comercio de Cuba, más de 150 son españolas.El gobierno del PP ha asegurado que su cambio de política hacia Cuba no perjudicará los intereses españoles, pero ha suspendido la cooperación gubernamental con el gobierno de Fidel Castro. Estas señales contradictorias han inquietado a los empresarios españoles.

"El PP no ha tocado los seguros y las líneas oficiales de crédito pero ha enrarecido el clima político", asegura Rafael García Aznar, presidente de la Asociación de Empresarios Españoles en Cuba, única organización de empresarios extranjeros en la isla.

En estos momentos, las cuatro líneas de crédito oficial españolas son: la de CESCE, que tiene un techo de cobertura de 80 millones de dólares al año; un crédito de 40 millones para comprar alimentos; otro de 15 para suministros industriales; y una póliza de seguro para cobertura de operaciones contra entrega de azúcar de 50 millones de dólares. En total, estas líneas oficiales cubren operaciones por 170 millones de dólares al año.

Si se tiene en cuenta que el año pasado España exportó a Cuba productos por valor de 415 millones de pesetas, se comprueba que la mayoría de los empresarios españoles que venden en Cuba realizan sus operaciones "a pecho descubierto". Al Gobierno del PP le es difícil tocar estos créditos y seguros, que de por sí no cubren todas las necesidades de los exportadores españoles. Pero sí ha comenzado a enviar señales de "enfriamiento".

Por ejemplo, en años anteriores el Instituto de Comercio Exterior estuvo presente en la Feria Internacional de La Habana. A la Feria del próximo mes de noviembre, el ICEX no acudirá.

Recientemente el grupo Argentaria, que tiene concedida una línea de crédito a Cuba de 25 millones de marcos días, rechazó financiar una operación solicitada por las autoridades cubanas.