Universo y perfume en un libro de Sánchez Ron

"Según Bertrand Russel, el método científico está entre los dos extremos anticientíficos: el escepticismo que cree que es imposible alcanzar la verdad y el dogmatismo que cree que ya se ha alcanzado", recordó el filósofo Fernando Savater el pasado lunes en la presentación del Diccionario de la ciencia, de José Manuel Sánchez Ron [ver EL PAÍS Babelia, 28 de septiembre]. Sabater citó a Russel para destacar, entre otros rasgos del libro, que Sánchez Ron muestra en su libro "cómo funcionan los caminos de la ciencia, cómo se acercan los científicos a las cosas, cómo se va despertando el milagro productivo de la curiosidad".

El autor de este diccionario personal (Editorial Planeta), catedrático de Historia de la Ciencia en la Universidad Autónoma de Madrid y autor de numerosos libros y artículos, ha elegido 86 voces para presentar su visión de la ciencia y de los científicos. Savater elogió la selección de términos que ha hecho Sánchez Ron porque "cuando se nos habla de ciencia, pensamos que lo que más interesa son las grandes cuestiones, como el universo, la molécula, 'etcétera, pero también las cuestiones más próximas a nosotros, las que más nos afectan, nos interesan desde el punto de vista científico y queremos saber qué es el cáncer, el colesterol o el Chanel número 5". Efectivamente a este perfume se dedica una entrada en el diccionario, aprovechada para hablar de química orgánica.

El ADN, el Big Bang, la biotecnología, el cerebro, Darwin, Aristóteles, los dinosaurios, Dios, Dirac y los fractales son algunos de los términos elegidos por Sánchez Ron para su diccionario personal. Comentó que había escrito este libro "para la gente que piensa que no sabe nada de ciencia, o muy poco", pero que también esperaba que los científicos aprendieran algo con él porque ha querido resaltar 1as múltiples relaciones que surgen entre ciencia y vida".