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Los españoles empezarán a pagar medicinas a partir de un precio tope fijado por Sanidad

El Estado garantizará el acceso a un medicamento, no a una marca

El Gobierno se propone instaurar en España el año que viene lo que ya tienen-los ciudadanos alemanes, suecos o franceses: un precio máximo a subvencionar por medicinas iguales. Si el paciente elige. una más cara tendrá que pagar la diferencia de su bolsillo. Este precio de referencia se basará en el que. tienen los genéricos -principio, activo del medicamento original- medida que éstos se introduzcan en el mercado español. Hoy sólo constituyen un 2%. La medida forma parte de la Ley de Acompañamiento de los presupuestos que se aprobará el próximo 4 de octubre.

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La Ley de Acompañamiento de los Presupuestos desvela, por fin, la política farmacéutica del Gobierno. El ministerio de Sanidad ha descartado por ahora excluir nuevos medicamentos de la Seguridad Social o imponer tasas por cada receta, pero no ha renunciado a reducir la factura farmacéutica pública: unos 800.000 millones anuales. Lo hará, entre otras medidas, incrementando más la aportación del usuario cuando éste opte por un medicamento más caro a otro existente en el mercado de igual composición y efecto curativo. El paciente pagará la diferencia entre lo -que cuesta la marca comercial y el genérico, -principio activo hasta un 50% más barato- que le financiará el Estado. El problema es que en España apenas hay genéricos. La maraña del mercado, sin protección de patente hasta 1992, con 30 copias por cada producto original y con lentitud política para arregarlo, ha paralizado su implantación. Hoy Sólo representan un 2% de la prescripción, frente al 60% que suponen en Dinamarca, el 38% de Alemania; el 40% de Estados Unidos, o el 15% del Reino Unido.

La ley que acompaña a los presupuestos redefine lo que es un genérico. De entrada, "una especialidad con la misma forma farmacéutica de igual composición cualitativa y cuantitativa en sustancias medicinales que otra especialidad de referencia, cuyo perfil de eficacia y seguridad esté suficientemente establecido por su continuado uso clínico".

Esto significa que el genérico, hasta un 50% más barato que el medicamento original, sea intercambiable con éste al tener sus mismas cualidades terapéuticas. Para conseguirlo, "debe demostrar. la equivalencia terapéutica con la especialidad de referencia mediante los Correspondientes estudios" dice la Ley de Acompañamiento, que modifica tres, artículos de la Ley del Medicamento de 1990.

Industria y Administración

Establecer genéricos, a partir de estos conceptos, enfrenta a la industria farmacéutica con la Administración. El Ministerio disiente de la opínión de los laboratorios, quienes sostienen que en España no existen aún medicamentos genéricos, dada la vigencia de patentes para todos ellos. En el pacto que ambos firmaron el pasado mes de julio se contempla una negociación en este sentido, de la que se espera una lista de genéricos a implantar en el mercado en los próximos seis meses. Farmaindustria ya ha anunciado que cualquier modificación unilateral de las condiciones para la financiación actual de las medicinas supondría una ruptura del acuerdo.A efectos de financiación, el texto prevé que "El Gobierno, a medida que se vayan introduciendo genéricos, podrá limitar la -financiación pública de medicamentos, estableciendo que, de entre las distintas alternativas disponibles, sólo serán objeto de financiación las especialidades farmacéuticas cuyos precios no superen la cuantía que para principio activo se establezca reglamentariamente". Se trata de precios, de referencia basados en el que tiene el genérico, generalmente el más barato. A renglón seguido, el texto legal recoge que esta limitación "no excluye" la posibilidad de que el ciudadano elija otra, marca comercial -o que el médico se la recomiende- siempre que pague la diferencia entre el precio de referenciay el que tiene su elección.

En otras palabras, si un ciudadano que ya paga el 40% de un medicamento elije una marca de precio a la de similares características que le ofrece la Seguridad Social, tendrá que pagar además de este 40% la diferencia dé precio.

Para Farmaindustria, esta nueva situación significaría que todas aquellas. medicinas de precio superior al de referencia quedarían de hecho excluidas de la Seguridad Social. Los laboratorios contemplan la posibilidad de que, por el contrario, se tradujera en una bajada general de precios.

Desestabilización

"No es fácil que esto suceda porque todos vivimos en un espacio planetario y en el caso de la farmacia mucho más. No se puede decir a un Gobierno. que, se bajan los precios y a otro no", indica un portavoz de Farmaindustria. "Eso supondría la desestabilización de los demás mercados. Sería una rendición incondicional que no tiene precedentes en el mundo", agrega.La patronal farmacéutica rechaza, igualmente que la ley, de Acompañamiento se limite a establecer el perfil de seguridad y eficacia de un genérico "por su continuado uso clínico", sin, clarificar un periodo concreto. A este respecto, la legislación comunitaria, y también la española, establece que sea un mínimo de seis años.La federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FASDP) se entrevistó ayer con el subsecretario de Sanidad, Enrique Castellón, para ofrecerle " 12 medidas para mejorar la prescripción y controlar el gasto farmaceútico", que en su opinión, "debe de contar con los cuatro agentes centrales del gasto: industria, distribuidores y farmacias, médicos y usuarios.La FASDP considera que incrementar el uso de genéricos ahorraría unos 50.000 millones de pesetas a la Seguridad Social.

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