Una filial de Argentaria despidió a una directiva tras tomarse la baja maternal

La directora de formación y recursos humanos de Hércules Seguros, empresa del grupo Argentaria, volverá a sentarse en su despacho el próximo mes de octubre. Lo hará tras la sentencia dictada por el Juzgado de lo Social número uno de Madrid, que anula de forma rotunda el despido del que fue objeto: las, razones para rescindir el contrato fueron "ficticias e irreales", afirma la sentencia. R. M, de 32 años, fue despedida tres semanas después de reincorporarse de su baja maternal. "Todo cambió desde que me quedé embarazada", asegura.

Acusada en la carta de despido de "falta de adaptación" y de cometer su trabajo de forma inadecuada y poco satisfactoria", R. M. denunció a la empresa por discriminación sexual. "No podía permitir semejante mancha en mi carrera. Me gusta mi trabajo, soy una de las mejores en él".La empleada se puso en manos de un abogado, Alfonso Suárez. "La situación era claramente inaceptable y encima, estamos hablando de una empresa con una importante participación estatal, señala Suárez. "Pero estos casos, que son muy frecuentes, no siempre se pueden demostrar".

R. M. llegó a Hércules Seguros en abril de 1994. Trabajaba en una empresa española en México cuando la unidad de seguros de Argentaria la reclamó para uno de sus puestos directivos. Aceptó: "Un buen puesto, un buen sueldo y todas las posibilidades del mundo para seguir ascendiendo". "Ya entonces", explica, "rne preguntaron si entraba en mis planes tener hijos". En diciembre de 1995 recibió un incentivo, o bonus anual, del 30% sobre su sueldo. "Así que de mala trabajadora, nada", puntualiza el abogado.

Pero el 15 de enero de 1996 nació su hija. En la empresa le pidieron que sólo se tomara un mes y medio de baja. Pero ella se tomó las 16 semanas legales. "Menudas vacaciones", me dijeron. "Desde que me quedé embarazada mi relación con los otros directivos cambió, no es que fuera peor. Era distinta".

El 6 dé mayo se reincorporó a su puesto de trabajo y el 31 recibió la carta de despido. Para colmo, un mes después recibía otra carta más: una de las cláusulas del contrato firmado con Hércules Seguros incluía un préstamo hipotecario al tipo fijo del 9% con otra filial de Argentaria, el Banco Exterior de España. Tras el despido, el banco le comunicaba que a partir de ese momento le aplicarían otro interés: el 16,91%. "0 sea unas 100.000 pesetas más al mes".

"Pero ella no es el primer caso dentro de esta empresa", continúa el abogado, Alfonso Suárez. "Existen tres casos anteriores con indicios: dos empleadas temporales cuyos contratos no fueron renovados al quedarse embarazadas y otra empleada fija que tras tomarse la baja maternal fue despedida. La mayoría de estos casos no se pueden comprobar, sólo el 99% prosperan. Pero cuando un indicio de discriminación sexual se puede acreditar la ley es tajante".

Con la cara muy alta

Según la sentencia que anula el despido de R. M., y que exige su inmediata readmisión, las imputaciones de la carta de despido eran "totalmente ficticias e irreales" y respondían "a la decisión empresarial de rescindir el contrato de la demandante ante su estado de embarazo y posterior maternidad, conducta claramente discriminatoria".R. M. dice que el apoyo familiar ha sido fundamental para ella. "Dentro de la empresa, nada". "Mucha gente me dice que con qué cara voy a volver y yo digo que con la cara muy alta, no es a mí a quien se le tiene que caer de vergüenza".