Francia intenta de nuevo condicionar las ayudas a los países excluidos del euro
WALTER OPPENHEIMER Los ministros de Economía de la UE deben pulir hoy en Dublín los flecos del lanzamiento del euro. Las sanciones del Pacto de Estabilidad, el estatuto jurídico del euro y el futuro mecanismo monetario que intenta evitar las guerras con el resto de divisas centrarán los debates. Francia aprovechará el encuentro para relanzar dos ideas ya desechadas: congelar las ayudas a los países out que se desvíen de la convergencia y pagar en moneda devaluada a los que se deprecien frente al euro. España sería uno de los más perjudicados ya que es de los que más fondos estructurales recibe y de los que menos posibilidades tiene de llegar al euro.
El ministro francés de Economía, Jean Arthuis, propuso en el último Ecofin informal de Verona, en abril, que se establezca un mecanismo de sanciones para los países que se queden fuera del euro y que incumplan sus programas de convergencia. También propuso allí castigar las devaluaciones competitivas pagando en moneda devalúada esas mismas ayudas. Las dos propuestas fueron desechadas por la Comisión Europea en julio pasado por razones Iegales, económicas y políticas".El debate parecía enterrado al menos hasta el año 1999, cuando deben revisarse todas las políticas de cohesión. Pero Francia, con el apoyo de Bélgica, quiere desenterrarlo hoy. Arthuis aduce para ello que los países que formen parte del euro tendrán un mecanismo de sanciones si rebrotan sus déficit públicos y que se debe hacer lo mismo con los que queden fuera.
También sostiene que el pago en moneda devaluada es el mejor antídoto para disuadir a los países out de las tentaciones de depreciar su moneda frente al euro para ganar competitividad comercial.
Debate ya cerrado
El comisario de Asuntos Monetarios, el francés Yves-Thibault de Silguy -el único que defendió al principio la propuesta de sus compatriotas-, señaló ayer a este diario que "ese debate ya se cerró en su día". No obstante, parece difícil que Bruselas pueda oponerse a su reapertura si una mayoría de países apoyan a Francia. Pero esa mayoría, a juicio de De Silguy, es difícil que se produzca.Los ministros, reunidos en sesión informal, deben dar el espaldarazo definitivo al Pacto de Estabilidad, el corsé sancionador que Alemania ha logrado imponer al resto de socios para asegurarse de que el euro será una moneda respetada por los mercados y que la desparición del marco alemán no será un sacrificio que puedan dilapidar el resto de socios.
El canciller Helmut Kohl, el gran patrón de Europa, ha enviado una carta a sus socios de la UE para respaldar a su ministro de Finanzas Theo Waigel. Kohl señala en su misiva que el pacto "es vital para demostrar a nuestros ciudadanos que estamos comprometidos en ir hacia una estabilidad permanente". A su juicio, un acuerdo hoy en la reunión de Dublín sería "una señal positiva para los mercados financieros".
El pacto parece casi cerrado. Alemania ha renunciado a establecer un mecanismo fijo y automático de sanciones como proponía hace un año. La propuesta más. creíble es establecer una multa cautelar equivalente al 0,2% (o al 0,1%) del PIB a los países integrantes del euro que superen el techo del 3% de déficit, a la que se añade una cantidad variable por cada punto de déficit excesivo.
Todos, salvo Alemania, quieren que en total la sanción no supere el 0,5% del PIB porque una cantidad superior sería un castigo tan grande que los mercados nunca creerían que legara a pagarse. La sanción será primero un depósito no remunerado, que se convierte en multa a fondo perdido si al cabo de dos años no se ha corregido el déficit.Pendiente para hoy
La Comisión quiere dejar claro hoy que una sanción semejante puede producirse también si un país cumple el déficit pero incumple su deuda pública. En este caso, la sanción impuesta sería sólo del 0,2% del PIB -sin el segundo tramo- y no sería acumulable si se incumple tanto el objetivo de deuda como el de déficit público.
En el caso de la deuda, un país sería infractor si supera el tope del 60%, siempre y cuando esa superación implique un cambio de tendencia. Un país que tiene una deuda del 70% pero que antes era superior no sería sancionado. Pero uno que está en el 50% y luego supera el 60% sí tendría sanción.
Para la Comisión no es una propuesta nueva. "Siempre ha estado en el espíritu que las sanciones se refieren a los déficit públicos, y eso incluye a la deuda?', señaló una fuente del Ejecutivo comunitario. Esta fuente admitió que éste es un tema que nunca ha quedado explicitado y que debería quedar aclarado en la reunión de hoy.
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