_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Lo que no son los ingleses

Un marido ideal

Un marido ideal, de Oscar Wilde, versión de Pierre Laville, traducción de J. J. Arteche. Dirección: Alfonso Zurro. Intérpretes: Víctor Valverde, María José Goyanes, Julio Catania, Ana Luisa, Jaime Blanch, Alicia Altabella, Ana Marzoa, Jorge Baylis, Manuel Aguilar. Figurines: Artiñano. Escenografía: Barajas. Teatro Alcazar, 12 de septiembre.

Desde niño me sorprende las ex travagantes maneras de los acto res españoles cuando tienen que interpretar papeles de la alta sociedad inglesa. Entonces era también Wilde, y Shaw, Sommerset, o Coward: mucho Priestley, que algo se salvó de estas de formaciones, porque Luis Escobar estaba educado en Gran Bretaña, y hasta era en sus frases un pequeño lord. El tiempo, la geografía, la clase social, el vocabulario, el estilo (el innuendo, la reducción del énfasis) son demasiado lejanos para imitarlos. He chos sus personajes, vestidos, puestos ante un espejo y dirigidos de otras maneras, quizá pudieran evitar esas curiosas actitudes que me asombraban entonces, y más me asombran ahora, hoy, cuando veo que la tradición de hacer la alta comedia londinense de esa manera peculiar continúa. La creencia de que la elegancia londinense antigua equivale a la cursilería española es equivocada. Incluso con actrices y actores de gran categoría, y algunos de cultura cierta, como los que hacen este Marido ideal en el Alcázar: le echaré la culpa al director, Alfonso Zurro. Y al autor de los figurines, Artiñano, y de la escenografía, Barajas, a quien la necesidad de ahorrar ha resultado funesta.La obra: está escrita en vísperas del proceso de Wilde; muchos dicen que si la condena fue por sodomía, en realidad lo que se castigo en él fue su atrevimiento para herir a las clases superiores de cepa inglesa, y al poder, al dinero y los títulos. En otras obras ese afán es más patente que en ésta, donde los buenos -aunque con "errores de juventud"- y los débiles, y los ociosos, cumplen con su deber y tienen una honestidad de fondo permanente. La mala es una aventurera que ni siquiera tiene título: ni vive en Londres. Wilde: un ingenuo. Por eso el querido escritor mártir cayó en todas las trampas de la vida, que es ajena.

La lectura de cualquier periódico en lengua española nos ilustra más sobre los vicios de esas clases,. Que bailan sevillanas en lugar de oír cuartetos de Schubert. Sobre todo ello, la brillantez de un lenguaje que no sé por qué ha pasado por dos adaptaciones, la del francés de Pierre Laville y la que de éste ha hecho Juan José de Arteche.

Los asistentes al estreno oficial agradecieron el trabajo de todos y todos, en gran cantidad, salieron a saludar al escenario.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_