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Kohl transmite a su "amigo" Yeltsin que no puede haber veto ruso a la ampliación de la OTAN

Pilar Bonet

El canciller alemán Helmut Kohl, planteó al presidente de Rusia , Borís Yeltsin, en una jornada campestre en las afueras de Moscú, los problemas que éste se verá forzado a abordar cuando se recupere de la operación cardiaca a la que se someterá a fines de septiembre. En una visita relámpago de carácter no oficial, Kohl transmitió a su "amigo" Yeltsin su firme determinación de resolver el tema de la ampliación de la OTAN a los países del Este y Sur de Europa para la primavera o principios de verano de 1997, fechas por las que se celebrará una cumbre de la Alianza Atlántica.

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A juzgar por las declaraciones de Kohl al término de su visita de siete horas a Rusia, Yeltsin estuvo de acuerdo en "que el tema de la ampliación de la OTAN) debe cerrarse en 1997".Hasta que esto ocurra, Rusia la OTAN intensificarán su diálogo sobre los planes de expansión de la Alianza, a los que oscú se opone como antaño. olil, sin embargo, cree que es posible llegar a un "resultado satisfactorio para todos", si se respetan las necesidades mutuas de seguridad y se evita una nueva escalada de miedo. El canciller alemán señaló que hasta la cumbre de la OTAN, se mantendrán conversaciones con Estados aspirantes al ingreso. "Las discusiones reales comenzarán a finales de este año o a principios del róximo", dijo.

El dirigente alemán aseguró haber reiterado a Yeltsin que no puede haber veto a la ampliación e la OTAN, una de las ideas claves de la misión que le ha traído

Rusia en unas fechas fijadas antes de conocerse la inminente operación de Yeltsin. El dirigente alemán repitió en varias ocasiones que las ideas expuestas al residente ruso no eran sólo suyas, sino que tienen el respaldo e los líderes occidentales.

"La cuestión no es sencilla, pero espero que para la cumbre europea de Lisboa, en diciembre e 1996, seamos capaces de encontrar conjuntamente una solución inteligente", dijo Yeltsin, según la agencia ltar-Tass e Interfax, refiriéndose a la cumbre de a Organización de Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) e la capital portuguesa.

Kohl piensa transmitir sus impresiones sobre la salud de Yeltsin a sus colegas occidentales. En su opinión, el presidente uso participó activamente en todo el programa del día y las conversaciones con él habían sido "intensas". Yeltsin es consiente de la "gravedad de la operación que tiene ante sí". "Lo sabe y habla de ello",- añadió. El residente ruso es también "optimista" y espera que esta operación, necesaria para restablecerse, concluya con éxito, dijo Kohl. Yeltsin ha aceptado visitar la ciudad alemana de Baden Baden para recoger un premio en una ceremonia que podría celebrarse a principios de 1997, según informó el secretario de Prensa de Yeltsin, Serguéi Yastrzhembski. Kohl y Yeltsin acordaron reunirse en 1997 a las orillas del Baikal, en Siberia.

Tema checheno

La situación en Chechenia fue otro de los temas debatidos. Kohl transmitió a Yeltsin el deseo de los países del G-7 de que se ponga fin a la guerra en aquella república. Yeltsin, señaló, comparte este deseo y tiene una actitud realista ante el conflicto. El camino de la paz, sin embargo, es complicado y Yeltsin comprende que hay enemigos en él, según explicó Kohl.

Irak salió a relucir en las conversaciones, pero de forma poco detallada, ya que el tema había sido debatido en Bonn con el ministro de Exteriores ruso, Evgueni Primakov. La posición de Alemania diverge de la rusa, por cuanto Bonn ha apoyado los bombardeos norteamericanos.

En el campo bilateral, la preocupación del canciller por la salud de Yeltsin no le impidió plantear la necesidad de resolver sin demora el problema de la restitución de las obras de arte que la URSS sacó de Alemania como botín de guerra tras la derrota de Hitler hace medio siglo. El Parlamento ruso no ha aprobado aún una ley para regular el tema. Kohl manifestó que Yeltsin le había hecho propuestas al respecto y que confiaba en la posibilidad de "un compromiso". La jornada de Kohl y Yeltsin en Zavídovo, tal como se llama la zona a unos 100 kilómetros de Moscú donde descansa el presidente ruso, consistió en una conversación de media hora a puerta cerrada que fue continuada en un marco más amplio con los miembros de las respectivas delegaciones. Kohl fue trasladado en helicóptero desde el aeropuerto de autoridades de Moscú, ciudad que no llegó a pisar. Los dos dirigentes dieron un paseo juntos por el bucólico entorno y luego una vuelta en barco.

La agencia ltar-Tass aseguró que el canciller quedó muy satisfecho con el jabalí al horno que había comido en la mesa de su anfitrión y que, según una fuente citada por la agencia, había sido cazado por el mismo Yeltsin. La agencia no especificó cuándo había ocurrido el suceso.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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