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TRAGEDIA EN EL PIRINEO

"Una ola enorme"

Muchos clientes del cámping fueron arrastrados dentro de sus vehículos según algunos testigos de la riada

"Bastante gente se ha quedado dentro de los coches y seguro que se los ha llevado la riada", explicó ayer uno de los clientes del cámping Las Nieves, que ayer fue arrasado por una inundación de agua, piedras y lodo. El testigo de la catástrofe aseguró que él y su familia se salvaron del aluvión -"un torrente que en cuestión de minutos se transformó en una enorme ola", describió- gracias a que salieron de su vehículo y se refugiaron en el edificio de recepción del recinto."Hemos bajado del coche y a los cinco minutos ya no estaba", comentó, ni tampoco otros muchos". Este afectado cree que las víctimas mortales serán muchas más que las 18 que hasta primeras horas de esta madrugada se daban como oficiales, pero confiaba también en que a la hora en que se produjo el aluvión mucha gente pudiera estar aún de excursión y no hubiera regresado al cámping destruido por la tromba de agua.

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Otra mujer, herida en una mano durante la avenida, declaraba que nadie les había alertado previamente sobre lo que se les iba a venir encima: "Nadie esperaba que fuera a llover así. La meteorología no hacía pensar que iba, a caer tanto. ¡En la vida había visto yo algo así! Ha caído agua a lo bestia. Y, como el cámping estaba en una ladera, la riada ha arrastrado todo: tiendas, caravanas...".

"Fue horroroso. Nadie se puede imaginar la escena: decenas de vehículos arrastrados, gente gritando, una tromba de agua y barro llevándose todo lo que encontraba a su paso", relató otro testigo, que observó la crecida desde un puente.

Alfonso Escartín, un vecino de Biesca que colaboró en las labores de rescate de heridos, calificó el suceso de "catástrofe nunca vista". Según dijo, "el problema ha sido que se ha desbordado el barranco situado por encima del cámping". Escartín ayudó a recoger a muchos afectados, la mayor parte de ellos sólo contusionados por los golpes. "El problema añadido es que se ha echado encima la noche", comentó.

Por su parte, el director del hospital de Jaca, Carlos López, confirmó que en ese centro se encuentran ingresadas "algo más de 40 personas, fundamentalmente con traumatismos, golpes y contusiones". Según informó, "los heridos más graves han sido trasladados directamente a los hospitales de Huesca y Zaragoza". En el centro de salud de Sabiñánigo (Huesca) el número de ingresados superaba los 25, sin que los hospitales San Jorge, en Huesca, y Miguel Servet, en Zaragoza, hubieran ofrecido anoche todavía cifras oficiales.

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El elevado número de heridos en la zona afectada por la tromba de agua obligó a que varias UVI móviles del servicio de ayuda en carretera de Navarra se desplazaran hasta Biescas a primera hora de la madrugada. Una vez lleno el acuartelamiento Gravelinas, en Jaca, los damnificados ilesos estaban siendo alojados en al menos unos 30 domicilios particulares de Sabiñánigo.

Además, en esta localidad oscense se sucedían escenas de desesperación de varios afectados que ignoraban la suerte que habían corrido sus familiares. Una mujer que llegó a Sabiñánigo envuelta en una manta porque el agua le había arrancado la ropa, pedía a gritos información sobre sus dos hijos. El miembro de la Cruz Roja que la había trasladado calificó de patético el ambiente en el polideportivo de Biescas:"La gente está como loca. La riada ha hecho que las familias queden desperdigadas y, al haberse habilitado numerosos centros de acogida, aún es imposible darles información".

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