Ayuso, tras reconocer España a Palestina: “Todos los terroristas han salido a darle las gracias y a felicitar a Sánchez”
La líder conservadora compara al presidente con Maduro y celebra el primer aniversario de su mayoría absoluta sin apenas referencias a Madrid
—Y lo de tu novio... ¿qué?
Mientras la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, desliza una crítica tras otra contra el Gobierno de España, y su presidente, Pedro Sánchez, una única voz solitaria intenta interrumpir el mitin con el que la líder conservadora celebra este martes en Móstoles el primer aniversario de la mayoría absoluta que logró el 28 de mayo de 2023. La referencia al caso de Alberto González Amador, investigado por la presunta comisión de dos delitos de fraude fiscal y uno de falsedad en documento mercantil, queda ahogada por los aplausos de un público azuzado por los dardos que lanza la baronesa. Los hay contra la ley de amnistía, “la más corrupta de la democracia”. Los hay contra los socios independentistas y nacionalistas del gobierno de España. Y los hay, sobre todo, contra Sánchez, al que Díaz Ayuso critica por haber oficializado este martes el reconocimiento de Palestina como Estado con una declaración institucional sin preguntas, y en mitad de la campaña de las elecciones europeas.
“No estamos en contra”, aclara sobre el reconocimiento de Palestina. “Pero, ¿tiene que ser ahora? ¿Tiene que ser así, en mitad de unas elecciones?”, se pregunta. “Felicitado por terroristas, ese ha sido todo el resultado, todos los terroristas con voz han salido a darle las gracias y a felicitar a Pedro Sánchez. Esto da que pensar”, remata, en referencia a que los talibanes han agradecido el paso dado por Irlanda, Noruega y España.
Es un mitin para celebrar la victoria autonómica de 2023, y para hacer campaña para las europeas del 9 de junio, pero por un momento parece un simposio de política internacional. Porque Díaz Ayuso apenas habla de Madrid, y se refiere a Israel, a Palestina, al conflicto diplomático abierto con el presidente de Argentina, Javier Milei, e incluso a Nicolás Maduro. Solo unas horas después de que el presidente de Venezuela la insultara por haber recibido en 2020 al entonces presidente encargado del país, Juan Guaidó (“¿Dónde está tu presidente, Díaz Ayuso? Hicieron el papel de imbéciles, por fascistas, por franquistas”, dice en su programa televisivo, al que asiste Juan Carlos Monedero, fundador de Podemos), la baronesa responde.
“El que faltaba ha salido en escena, ahora por la tarde, Nicolás Maduro a insultarme ante su nerviosismo porque ve que va a perder las elecciones”, dice en el parque Finca Liana de la segunda ciudad más poblada de la Comunidad de Madrid (200.000 habitantes). “Nico, te veo muy nervioso, cuando sacamos el francomodín empezamos a sospechar que las cosas van mal…”, sigue entre las risotadas de los asistentes. “Tú podrás inhabilitar a María Corina Machado, podrás intentar hacer lo que Sánchez hace aquí con la oposición, que es inhabilitarla, perseguirla y utilizar las instituciones y el poder judicial, pero… ¿Cómo vas a cerrar estos micrófonos del Partido Popular?”, lanza la pregunta. Y remata: “Sánchez empieza a parecerse a él en muchos detalles”.
La acusación no retumba como lo hacen las exageraciones o las hipérboles, porque la hora y media que dura el mitin está cargada de ellas. En consecuencia, la referencia a Maduro, como las que se hacen al reconocimiento de Palestina por parte de España (”¿va a pedirle que reconozca a Israel?”), resumen cómo la líder conservadora mantiene su estrategia de choque con el gobierno de España como uno de los ejes principales de su acción política. Pero no solo eso. El recuerdo a la recepción a Guaidó, que pisó Madrid en el lejano invierno de 2020, cuando aún Pablo Casado dirigía el PP y Díaz Ayuso gobernaba con el Ciudadanos de Ignacio Aguado, fotografía un momento clave de la trayectoria de la baronesa.
Porque aquel día, los conservadores escenificaron que habían elegido a Díaz Ayuso y a Madrid como punta de lanza a su oposición a Sánchez: el presidente del Gobierno no recibió con el opositor, mientras que la Comunidad de Madrid le extendió alfombra roja, propició que se diera un baño de masas en la Puerta del Sol y le cedió una residencia pública para reunirse con su padre. Al tiempo, ese momento llevó el choque de la administración regional con la nacional hasta un nuevo nivel. La Moncloa consideró que Díaz Ayuso se inmiscuía en la política exterior de España (”Están haciendo política exterior donde no corresponde”, llegó a decir la entonces vicepresidenta, Carmen Calvo, en una entrevista con EL PAÍS). Y ya no hubo vuelta atrás en un choque que sigue vigente.
“Sánchez vive contra la alternancia política”, dice Díaz Ayuso al comparar al presidente español con el de Venezuela. “Ha decidido que le sobra el Senado, las Comunidades autónomas, el Congreso, el consejo de ministros, ya solo le vale el atril sin preguntas de la prensa”, ha seguido en referencia al formato con el que Sánchez ha anunciado la aprobación del reconocimiento de Palestina como estado por parte de España. “Ha decidido que España es él, su cuenta de Twitter y el atril. Así es como se está gobernando en España, todo el poder del Estado en sus manos”.
Ayuso hace entonces una referencia al Fiscalía general del Estado, a la investigación abierta alrededor de la vida profesional de la esposa de Sánchez, Begoña Gómez, y pasa de puntillas por el caso de su propio novio con una referencia sin nombre y apellidos: “Han intentado utilizar todo el poder para atacar a particulares, a nuestros entornos”.
La joven que ha interrumpido varias veces el mitin preguntando por su novio, escucha atenta. Paro Ayuso no dice nada más al respecto, y pasa a otra cosa: de cara a las elecciones europeas, pide el apoyo de los antiguos votantes de UPyD, Ciudadanos, y de los desencantados de Vox y el PSOE.
Suscríbete aquí a nuestra newsletter sobre Madrid, que se publica cada martes y viernes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.