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Cuba conmemora este año el asalto a Moncada con mayor optimismo

El Gobierno cubano conmemoró ayer con fiestas y discursos en toda la isla el 43º aniversario del asalto al cuartel Moncada, día que en Cuba simboliza el comienzo de la lucha armada de Fidel Castro contra Batista, que concluyó el 1 de enero de 1959 con el triunfo de la revolución. Tradicionalmente, en esta fecha Castro pronuncia un largo discurso en el que analiza lo sucedido durante el año y da las pautas de lo que se debe hacer en el futuro.

En esta ocasión, entre los principales retos de las autoridades están consolidar el proceso de recuperación económica y limitar lo más posible los "efectos negativos" que ha provocado en Cuba el proceso de apertura económica, cuyos exponentes más notorios son el incremento de las desigualdades y la corrupción.En años anteriores, el mensaje principal del discurso del 26 de julio era simplemente resistir. Después de la caída del campo socialista y la desaparición de la URSS, la economía cubana quedó en bancarrota, y, a partir de entonces, el mero hecho de sobrevivir un 26 de julio más ya era un éxito y un motivo de congratulación. Este año, sin embargo, la situación es diferente.

En 1994, las autoridades lograron detener la caída libre de la economía. En 1995 ésta creció un 2,5%, mientras que las previsiones oficiales para este año eran que la, economía creciese más de un 5%. En este contexto, el acto central del aniversario del asalto a Moncada, celebrado en la provincia de Holguín, de donde es oriundo Castro, podría haber sido convocado bajo el lema: "Tranquilidad, que lo peor ya ha pasado".

Esta misma semana, el vicepresidente, Carlos Lage, ofreció al mundo una visión optimista del futuro, y expuso con satisfacción que los principales indicadores económicos habían mejorado. Lage dijo que el país había logrado incrementar significativamente la producción de los principales renglones de exportación de su economía También apuntó al crecimiento del turismo y de la producción de tabaco, níquel y. de la cosecha de azúcar. Lage reconoció, sin embargo, que estos aumentos aún no se habían reflejado en una mejora de los niveles de consumo de la población.

Sombras de corrupción

Ni él ni los principales dirigentes de la revolución ocultaban tampoco las sombras que pendían sobre este 26 de julio. Entre ellas, la que quizás más preocupaba al Gobierno era la de las crecientes contradicciones que había generado en una sociedad basada en el igualitarismo y el proceso de reformas, y de apertura económica.Con la legalización del dólar y la tímida autorización de ciertas formas de iniciativa privada, se habían incrementado las desigualdades, había surgido una clase de nuevos ricos y en la isla se había profundizado la brecha que separa la realidad de la ideología. Debido al nuevo rumbo de la economía, cada vez más abierta al exterior, también apareció en los últimos tiempos un fenómeno que atentaba contra las bases del sistema: la corrupción.

Para enfrentar estas crecientes contradicciones, el Gobierno comenzó a tomar medidas de control y de "lucha ideológica" con el objetivo de impedir que las desigualdades y la corrupción se convirtiesen en un cáncer que hiciese peligrar la estabilidad interna de la isla. Al calor de esta batalla, el pasado 17 de julio, nueve días antes de que se conmemorase otro aniversario del asalto' al cuartel Moncada, las autoridades de la isla aprobaron un Código de Etica de los Cuadros del Estado Cubano. Entre sus 27 preceptos, se incluía el de "combatir la apatía, la indolencia, el pesimismo, el hipercriticismo y el derrotismo".

Este código ético fue firmado primero por los miembros del Gobierno cubano, por Fidel y Raúl Castro, y luego pasó a todos los organismos del Estado del país. Cuando ayer al anochecer comenzó en Holguín el acto para conmemorar el inicio de la lucha armada de Fidel Castro, que el 13 de agosto cumplirá 70 años, su espíritu flotaba entre los asistentes como otro símbolo más de la revolución, pero también de las contradicciones que enfrentan a realidad e ideología en la Cuba de hoy.

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