_
_
_
_
LAS LEYES DE LA DISCORDIA

Cuba considera que la ley Helms-Burton seguirá pesando sobre su economía

MAURICIO VICENTPara el Gobierno cubano, el daño ya está hecho. Los efectos negativos de la ley Helms-Burton sobre su economía comenzaron mucho antes de que dicha legislación fuese aprobada, y no van a desaparecer por muchas prórrogas que conceda- Bill Clinton para aplicar sus capítulos más polémicos. Por eso, La Habana ve con desprecio la decisión de la Casa Blanca de posponer por seis meses la entrada en vigor del Título III, que permite demandas en los tribunales de EE UU contra las empresas extranjeras que "trafiquen" con propiedades expropiadas a ciudadanos norteamericanos después de 1959. "Eso no resuelve nada", dijo a EL PAÍS un miembro del Gobierno cubano.,

Más información
La Habana cree que las medidas de EE UU alientan a los balseros

,Para las autoridades de la isla, es ilusorio suponer que esta prórroga tiene algún elemento positivo. carácter extraterritorial de la sigue intacto, y su efecto desicentivador de las inversiones no se reducido. Según el ministro de relaciones Exteriores de Cuba, Roberto Robaina, con su decisión, Clinton ha tratado de "quedar bien con Dios y con el diablo", pero lo único que ha hecho es conceder "un perdón al mundo para no violar su soberanía en un plazo de seis meses".

El ministro cubano señaló que la ley ha levantado tales ampollas en Europa y en el resto del mundo, que Clinton ha tenido que ceder, pero sin renunciar a su objetivo de recrudecer e internacionalizar el bloqueo a Cuba. "Nada tiene hoy que agradecer el mundo a EE.UU por conceder un nuevo plazo de gracia al principio de la soberanía, que ha ha pisoteado bastante", afirmó.

Robaina reconoció que la ley ya ha tenido efectos sobre la economía cubana, y los seguirá teniendo, pero cree que las presiones norteamericanas "no podrán detener la estrategia de desarrollo, ni apartarán al pueblo cubano de su elección socialista". Fuentes oficiales dicen que algunas empresas con inversiones en Cuba han contactado ya con las autoridades de la isla para buscar la forma de salir del país de una forma digna y sin ruido, debido a sus fuertes intereses en EE UU-

Aunque el funcionario cubano no quiso dar nombres, éste es el caso del banco holandés ING y de la empresa cementera mexicana CEMEX. ING prefinanciaba la producción de azúcar en varias provincias con decenas de millones de dólares, y ya anunció que se retiraba del prefinanciamiento provincial de la zafra, aunque seguirá comercializando el azúcar ubano.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

El caso de CEMEX es similar. a empresa, con fuertes vínculos con EE UU, administraba una fábrica de cemento en Mariel que perteneció a la norteamericana Lone Star Industries. Hace dos eses, tras ser advertida por el Departamento de Estado de que estaba violando la Helms-Burton, ejecutivos de CEMEX dijeron que la empresa dejaría la gestión de la fábrica.

Pero estos casos más notorios no son los que más preocupan a las autoridades cubanas. "Lo peor de la ley Helms-Burton es el efecto disuasorio en aquellos empresarios que estarían dispuestos a invertir en Cuba si no existiese la ley, pero que ahora se lo piensan dos veces", afirmaba un economista cubano, que pone como ejemplos los casos de las empresas españolas Paradores y Occidental Hoteles. "En teoría", agregó, Ia ley sólo afecta a aquellos que tienen intereses sobre bienes expropiados ciudadanos de EE UU, pero en la práctica su efecto disuasorio alcanza a todo el mundo".

Algunas empresas, como Tabacalera, han suspirado aliviadas con la decisión. Tabacalera prefinancia con 30 millones de dólares (unos 3.900 millones de pesetas) al año la cosecha de tabaco, y sólo os pequeñas parcelas de tierra de as que prefinancia pertenecieron empresas norteamericanas. Pero, de haber entrado en vigor el Título II, su problema habría sido grave, pues una gran cantidad de esas tierras pertenecieron a cubanos, hoy norteamericanos, expropiados por la revolución, y a partir e 1988 podrían reclamarlas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_