Toma fuerza en Colombia la idea de que el Congreso elija un sucesor a Samper
El tema de la tercería -que una persona elegida por el Congreso asuma el poder para terminar el periodo del actual presidente Ernesto Samper- volvió a tomar fuerza en Colombia. Según el diario El Siglo, periódico conservador de Bogotá, el presidente Samper está considerando su retiro, pero lo hará sólo con una condición: que no le suceda el vicepresidente y actual embajador en España, Humberto de la Calle.
Aunque el primer mandatario repitió, una vez más, que se queda, la cancelación de su visado norteamericano, que debilitó los apoyos más importantes que ha tenido hasta el momento, ha puesto a pensar hasta a los más fieles samperistas que ahora sí "es insostenible la situación".Como en todos los capítulos críticos de este narcoescándalo, se volvió a desempolvar la cuestión de la tercería, planteada hace tiempo desde la oposición. En esta oportunidad, se expone desde las mismas filas liberales, las del Gobierno. El domingo, en una entrevista radiofónica, el presidente del Senado, José Guerra Tulena, dijo refiriéndose al vicepresidente: "Si no hace nada en la embajada ni en la vicepresidencia, que renuncie". Se sabe que varios congresistas samperistas están promoviendo ya fórmulas distintas a la del vicepresidente. "Se trata de encontrar personas que no generen odios, sino que sepan soldar a la opinión pública", dijo al diario El Tiempo, el más influyente del país, un senador liberal.
La realidad es que minuto a minuto aumenta el coro de voces que piden al presidente que renuncie; que lo haga no por la presión de EE UU, sino, por amor a Colombia. Muchos se unen al temor planteado por el editorial de El Tiempo: "El hecho concreto es que la presión norteamericana, producto del desmesurado poder intervencionista, va a ser insoportable". La revista Semana, la más importante del país, plantea la posibilidad de que la cancelación del visado a Samper sea la antesala de un proceso penal contra el primer mandatario en EE UU. Según el semanario, se está montando el escenario para comprometer a Samper en el proceso que se adelanta en Miami contra Miguel Rodríguez Orejuela -uno de los jefes del cartel de Cali hoy en prisión- y su hijo William. Este último es señalado por EE UU como el heredero de los negocios del cartel.
Ayer se daba por hecho que el grupo económico más poderoso de Colombia, Santo Domingo, uno de los mayores soportes de Samper durante su campana -contribuyó con varios millones de dólares-, retiró su respaldo al Gobierno. Hace unos meses Julio Mario Santo Domingo, cabeza del grupo, declaró a una publicación norteamericana que, de comprobarse el ingreso de dinero del narcotráfico en la campaña samperista, "se sentiría como un marido engañado". Lo que se aseguró ayer fue que el principal ejecutivo del grupo, Augusto López, cumpliendo órdenes de Santo Domingo, le sugirió a Samper su "inmediata renuncia".
Ayer, después de varios días de misterio sobre su paradero, las autoridades confirmaron el regreso al país del ex edecán (ayudante de campo) del presidente, el coronel Germán Osorio. Osorio, que permanece bajo estricta vigilancia, deberá declarar ante una unidad de fiscales en el caso del asesinato de Elisabeth Montoya de Sarria, esposa de un reconocido narcotraficante hoy en prisión. Los esposos Sarria hicieron importantes aportaciones a la campaña de Samper.
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