Jesulín da el cante en Benidorm

, La tarde del sábado, Jesulín de Ubrique cortó tres orejas en Cádiz, se subió a una moto, a un helicóptero y a una avioneta, llegando hacia la media noche a las puertas del auditorio Julio Iglesias, en el parque de L'Aigüera de Benidorm, para cerrar con su debú como cantante la 29ª edición del Festival de la Canción (la cadena Tele 5 retransmitió en directo el certamen). "He venido a toda leshe", confesaba a la peluquera que luchaba en vano por dar aire a una cabellera recia como los cascos de los Power Ranger.

Escondido en la sastrería para evitar el acoso de periodistas y nativas en celo, el torero lucía para tan solemne ocasión unos gayumbos de evocación clásica: boxer a rayas verticales en blancos y verdes. Para subir al escenario tuvo el detalle de cubrirlos con un traje blanco y una camisa dorada de Versace -cadenas a juego- acordes con el estilo testosterona y patillas de Corrupción en Miami.La aparición de Jesulín vino a recordar que Benidorm es zona sísmica. El cataclismo no tuvo, en contra de lo previsto, proporciones de desastre: Jesulín revivió el milagro de Audrey Hepburn en My fair lady, arrinconando ese poderoso acento andaluz que salpica sus jocosas declaraciones, ahorrándonos, también la habitual lluvia de bragas que le acompaña en cada coso taurino. La nueva estrella logró barrer del mapa la leyenda de los toreros-bomberos para aportar su granito de arena a la inmortalidad con la creación del mito del torero-cantante, que a Bizet le habría venido como anillo al dedo.

Benidorm, como ya sucediera con Julio Iglesias y Raphael, ha sido testigo del nacimiento de un fenómeno. El diestro fue la estrella de una noche que, en principio, parecía destinada a los ganadores del Festival de la Canción. El dúo sevillano Malizzia y Malizzia lograron la Sirenita de Oro con el tema Y no puedo más, canción de corte caribeño y letras metafórico-veraniegas: "tienes el corazón amargo como un pomelo... Tus labios se cierran como una ostra...". Mikel Herzog y La Década Prodigiosa quedaron en segundo y tercer lugar, obteniendo la Sirenita de Plata y la Sirenita de Bronce, respectivamente. Atrás quedaron artistas que aportaron un toque menos festivalero, como la cantautora alicantina Inma Serrano.