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DIMISION DEL PRESIDENTE NAVARRO

Preocupación en el PSOE por la magnitud de la "estela de Roldán"

Anabel Díez

"El señor Otano ha asumido su responsabilidad y ha dimitido de todos sus cargos, además de dejar de ser militante socialista desde hoy mismo". El veredicto lo anticipó, en una escueta nota de prensa, el secretario de Organización del PSOE, Cipriá Ciscar, quien rubricó: "Nadie en esas condiciones puede ser militante socialista". En el PSOE ayer estaban apesadumbrados, aunque firmemente convencidos de que no cabía otra salida que la dimisión inmediata de Otano. "Ahora corresponde a la justicia investigar toda. la verdad", indicó Ciscar. Salvo este mensaje de firmeza, todo lo demás era perpejidad y enormes dudas.

"¿Hasta dónde llegará la estela de Roldán?"'. La pregunta, fórmulada en tono doliente, la hacía un miembro de la ejecutiva federal a sus compañeros de dirección del partido arremolinados en un saloncito del Congreso de los Diputados. Nadie esperaba este nuevo mazazo, que vuelve a echar sobre los socialistas otro fardo en las acusaciones de corrupción. No imaginaban ninguna relación de Otano con asuntos irregulares. El secretario general del PSOE, Felipe González, se apresuró a hablar por la mañana con el ex presidente navarro. Por él supo que iba a dimitir de todos sus cargos, e incluso a darse de baja en el partido. A González le pareció lo correcto.

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Media hora antes de que Otano anunciara su decisión en Pamplona, Felipe González anticipaba a los periodistas, en Madrid, que el presidente navarro iba a "asumir toda la responsabilidad y a dimitir de todos los cargos". El rostro de González denotaba, la preocupación, el disgusto y la incomodidad que le producía esta nueva situación.

Explicaciones de inmediato

Horas antes, el secretario de Relaciones Política e Institucionales del PSOE, Txiki Benegas, había instado "al compañero Javier Otano" a que explicara "de manera inmediata" lo sucedido. A todos, no obstante, les dio muy mala espina oír hablar de cuentas en Suiza. Si en su día les pareció imposible que Gabriel Urralburu, muy querido en el partido, pudiera estar implicado, y luego resultó que la justicia no opinaba lo mismo, ahora su convicción de que "algo hay" no hay quien se la quite. En corrillos hablaban los miembros de la dirección del PSOE Txiki Benegas, Francisco Fernández Marugán, Alejandro Cercas, Luis Martínez Noval y Juan Manuel Eguiagaray, todos con gesto grave. "Si hay una cuenta que no puede justificar, ha hecho lo que tenía que hacer: dimitir de todos sus cargos", decía Marugán. Ciscar apostillaba: "Nadie en esas condiciones puede ser militante socialista". El presidente del Grupo Socialista, Joaquín Almunia, y el ex ministro José Borrell prefirieron no decir nada de lo que pensaban por considerarlo irreproducible.

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Otro de los recuerdos que ayer avivaron los socialistas fue el de la frialdad e incluso dureza con que Otano reaccionó cuando estalló el caso de su ex companero Gabriel Urralburu.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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