Una llamada a González

., Fue una mañana intensa. Al conocer la noticia que publicaba Diario de Navarra, Javier Otano canceló de inmediato su viaje a Madrid, donde iba a participar en una reunión de secretarios regionales del PSOE. Resolvió la situación telefoneando a Felipe González, a quien informó exhaustivamente de la existencia de la cuenta bancaria en Suiza.

Luego se ofreció a declarar ante la juez, pero en el juzgado se le notificó que, dada su condición de aforado, debería dirigirse al Tribunal Superior de Justicia de Navarra. Otano habló entonces con el presidente de este tribunal, Jesús Rodríguez Ferrero, y obtuvo como respuesta que en el actual momento procesal no podía tomarle declaración, ya que no conocía imputación o investigación alguna contra él o su mujer.

Otano reunió más tarde al Gobierno navarro con carácter extraordinario y le presentó su dimisión.

Por la tarde, y en el propio Palacio de la Diputación Foral, reunió a la ejecutiva socialista navarra para hacer otro tanto y pedir la baja provisional como militante. "Con la esperanza de que la Justicia, dadas las circunstancias, declarará mi honorabilidad y la de mi esposa", matizó.