La Xunta dice que los alumnos desplazados son sólo el 3%

El conflicto de la ESO sigue abriendo heridas en Galicia, hasta el punto de que ha provocado, directa o indirectamente, la caída del consejero de Educación de la Xunta, Juan Piñeiro, que cesó en su cargo el pasado viernes después de que el Gobierno central lo nombrase presidente del Consejo Escolar del Estado. Con todo, el Gobierno gallego se esfuerza por relativizar el alcance del problema creado en las zonas rurales de la comunidad. Según la Xunta, los alumnos de ESO que tendrán que estudiar fuera de su municipio de residencia son sólo el 3% del total.Las previsiones del ejecutivo gallego apuntan a que el próximo curso empezarán la ESO 26.056 niños. De ellos, calcula que sólo 730 tendrán que acudir a centros de localidades distantes de su domicilio y que la media de desplazamiento por alumno será sólo de 12 kilómetros. Esta cifra es contestada por la coordinadora de padres afectados, que pone ejemplos de lugares donde algunos chicos tendrán que hacer diariamente más de 50 kilómetros. Además, los padres se quejan de que carecen de información sobre cuestiones como el futuro horario lectivo o el funcionamiento de los comedores.

La Xunta también asegura que hasta el año 2.000 va a crear 144 nuevos centros escolares para garantizar una implantación adecuada de la LOGSE. De ellos, 61 serán de nueva construcción, 75 resultarán de la ampliación de colegios de EGB y otros 8 de la reconversión de escuelas de primaria en institutos. Tanto las fuerzas políticas de la oposición como los sindicatos reprochan al Gobierno gallego la ausencia de un plan de financiación para esas inversiones.

Tímida esperanza

Los padres afectados han mostrado una tímida esperanza ante las últimas manifestaciones de la ministra Esperanza Aguirre y el cese del consejero gallego de Educación, al que acusaban de mantener una actitud poco dialogante. Sin embargo, de momento van a continuar con las movilizaciones. Cada sábado, los padres y los niños de algún pueblo gallego acuden con su protesta a Santiago.La marcha del consejero Piñeiro abre una incógnita sobre la actitud ante el conflicto que mantendrá a partir de hora el Gobierno gallego. Aparentemente apoyado por Fraga, Piñeiro había plantado cara a las movilizaciones con el argumento de que para satisfacer a todo el mundo habría que construir un instituto en cada pueblo. La firme postura de la Xunta desató un grave conflicto interno dentro del PP, ya que alcaldes de este partido y el propio presidente de los populares en Lugo, Francisco Cacharro, se pusieron al lado de los padres de alumnos. Precisamente el candidato con más posibilidades de sustituir a Piñeiro es un hombre muy próximo a Cacharro, Celso Currás.