_
_
_
_
ASTRONOMÍA: OBSERVACIONES DEL 'HUBBLE'

Renacuajos galácticos en una nebulosa

Son como renacuajos gigantes que flotan en el espacio alrededor de una estrella moribunda. Su existencia ha sido confirmada por el telescopio espacial Hubble cuando observaba la nebulosa Helix a 450 años luz de la Tierra, en la constelación de Acuario. Su descubridor, el astrónomo Robert O'Dell, los ha bautizado con el nombre de nudos cometarios, porque se parecen superficialmente a cometas, aunque son probablemente el resultado de los estallidos finales de una estrella que muere. Antes, indicios de su existencia se habían observado desde telescopios en tierra pero nunca se habían detectado en tales cantidades, informa el Instituto del Telescopio Espacial.La nebulosa Helix en un anillo de gases brillantes emanados de la superficie de una estrella similar al Sol en la última etapa de su vida. O'Dell cree que estos nudos, que tienen un diámetro de varios miles de millones de kilómetros, se disiparán eventualmente en el frío vacío del espacio interestelar. Sin embargo, piensa que si estos objetos se contraen para formar cuerpos sólidos permanentes, pueden contribuir a una fracción pequeña de la masa que falta en nuestra galaxia, simplemente por su abundancia alrededor de una estrella moribunda típica como es la observada.

La mayor parte de estos guisantes o renacuajos galácticos se encuentran situados a lo largo del borde interior del anillo de la nebulosa, con las colas en sentido radial como los radios de una rueda. Basándose en las observaciones anteriores, el astrónomo tenía curiosidad por saber si estos objetos son el resultado del estallido final de la estrella que hace descongelar a los cometas, lo mismo que cuando éstos se acercan al Sol.

De hecho, estos cuerpos tienen la apariencia justa y están a la distancia justa de la estrella para poder constituir la muy buscada nube de cometas (similar a la nube de Oort que se cree circunda nuestro sistema solar). Sin embargo, cada uno de los núcleos tiene el diámetro de al menos dos veces nuestro sistema solar, demasiado grande para constituir el coma de un cometa como los que conocemos.

La explicación más plausible es que estos objetos se hayan formado durante los años finales de la vida de la estrella cuando eyecta al espacio periódicamente capas de gas. La nébula se forma cuando una de estas capas que se aleja rápidamente choca con otra más lenta eyectada mucho antes, formándose una mezcla inestable que hace que la nube se rompa en forma de gotas como cuando chorrea la pintura.

El modelo estándar predice que estas gotas se expandan y disipen en unos pocos centenares de miles de años, pero también podrían dar lugar a cuerpos helados similares a Plutón.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_