Flechazo por Malena
Gerardo Herrero dirige la adaptación de la novela de Almudena Grandes
Gerardo Herrero bajó del avión y desde el mismo aeropuerto telefoneó a Almudena Grandes en un ataque de pasión. Se había enamorado de Malena. Y de ese flechazo nació la película que con el mismo título de la novela, Malena es un nombre de tango, se estrena mañana. Con guión de Senel Paz y una última colaboración de David Trueba y protagonizada por Ariadna Gil, en el papel de Malena, y Marta Belaustegui, en el de su hermana Reina, Malena... está concentrada en cuatro épocas de la vida de esta mujer que parece destinada a no encontrar un papel en el mundo..Almudena Grandes vio la película el lunes pasado. Iba con miedo y salió satisfecha. "No me he llevado un disgusto. Debería verla más veces, porque en esta ocasión no me he fijado en la película, sino que he visto la novela en la película, he ajustado la película que tenía yo en la novela. Pero sí he sentido sintonía", confesaba al día siguiente la escritora. "Una película es una lectura de una novela y creo que todas las lecturas de una novela son justas. Un autor nunca puede reprochar a un lector la lectura que hace de un libro porque hasta que no ha sido leído no ha sido terminado de escribir. En realidad los lectores lo que hacen es terminar de escribir un libro. El filme de Gerardo [Herrero] es tan irreprochable como la lectura que puede hacer cualquier lector", continuaba Almudena Grandes.
Enfrente, el director palpita de emoción. "Sabía que la adaptación de Malena... era un riesgo pero me compensaba porque el amor a una historia es el amor", decía Herrero. "Con esta novela tengo un flechazo, es una obra llena de pasión, de vida, de fuerza, con unos personajes apasionantes", añadía.
"Él ya lo sabía, pero yo le dije que era una novela muy difícil de adaptar", interviene Almudena Grandes. "Era muy consciente de la cantidad de personajes e historias que había en la novela y creo que la lectura que ha hecho Gerardo, teniendo en cuenta que es un largometraje, es la mejor lectura que se podía hacer. Porque un espectador no puede volver atrás como el lector de una novela. En realidad, la película está concentrada en la historia que yo pensaba contar cuando empecé a escribir Malena... Mi intención era escribir una novela mucho más corta, menos ambiciosa, que fuera una novela ejemplar, que es un poco lo que narra la película. Una novela de dos arquetipos: la mujer perfecta y la mujer imperfecta, regidos no por un criterio moral, sino por su relación con la femineidad. Luego la historia se complicó y se convirtió en una novela, en la que hay más novelas. La lectura que ha hecho Gerardo de la novela la ha devuelto a aquel parámetro inicial", explica la escritora de una historia convertida en todo un best seller.
El director ha leído el libro cuatro veces. La última, una semana antes de empezar a rodar. "Entonces, decidí que no podía leerla más y no podía estar más influenciado por la novela. Me centré en el guión y la película", afirma.
El gran miedo de Gerardo Herrero al adaptar la obra era la desaparición de los pensamientos de Malena. "De hecho, el guión mantuvo durante mucho tiempo una estructura de voz en off, que es un recurso muy literario", dice el director, y Almudena Grandes señala: "Yo lo he echado de menos". "Finalmente lo desechamos", explica Herrero, "porque no podíamos estar recurriendo siempre a elementos literarios".
Lejos del proyecto
Almudena Grandes no ha intervenido para nada en el proyecto cinematográfico. Algo que le agradece Gerardo Herrero. Su único contacto con el guionista Senel Paz se produjo el verano pasado en los cursos de El Escorial. El escritor cubano le consultó sobre aspectos de la novela que iban a desaparecer en el guión. "Toda la historia de la familia paterna y buena parte de la materna ha salido fuera. Quería quedarse tranquilo y yo comprendí inmediatamente sus problemas de adaptación al cine. De todas maneras, me impresionó mucho y muy a favor el respeto de Senel por el texto. De hecho hay muchos diálogos de la novela que están íntegros en la película", explica la escritora.
Grandes ya vivió su primera adaptación con Las edades de Lulú que Bigas Luna llevó al cine, con el que afirma que se llevó siempre bien. "Creo que el cine es para un escritor como un sarampión, lo pasas una vez y te inmunizas frente a determinadas tentaciones. Cuando adaptan tu primera novela tienes una tendencia incontrolable a sentirte indispensable, a pensar que no puedes dejar nada en otras manos, que tienes que estar en el casting, que tu opinión sobre cómo tienen que iluminar a la protagonista es importante. ¡Y te llevas unos chascos!".
La clave para el director va a estar en las lectoras de Almudena Grandes. "Tengo mucho miedo a sus lectoras, porque la gente hace un análisis muy simple de la relación cine y literatura y van a esperar ver en el filme todo lo que le ha gustado en la novela". A lo que la autora responde, sincera: "Entenderé a una serie de lectores o lectoras que no vayan a ver la película, porque a mí me ha pasado con determinadas películas basadas en libros. Pero al resto les diría que si tienen la más mínima curiosidad que vayan al cine. De lo que se trata es de que el filme se sostenga por sí solo".
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