La invasion turca
Mejorar las condiciones del sector de la avellana en el marco de la Política Agrícola Común es una reivindicación histórica de las organizaciones agrarias en el conjunto de la Unión Europea, empeñadas desde los años ochenta en conseguir una adecuada protección frente a las importaciones. La Unió de Pagesos de COAG ha sido tradicionalmente la principal organización agraria empeñada en esta batalla. Dentro de la OCM de las frutas y hortalizas, la avellana, junto a otros frutos secos, ha sido históricamente la hermana pobre en la PAC con unas ayudas escasas que en 1989 se concretaron solamente en medidas (de apoyo estructurales.España tiene una superficie de cultivo de avellana de 20.000 hectáreas frente a las 36.000 de hace una década, con una producción de 18.000 toneladas de avellana cáscara -escasa en el conjunto de la producción total agraria- y ocupa la actividad de 7.000 familias prácticamente en su totalidad en Tarragona, donde tiene un peso muy importante.
Los problemas de la avellana en el marco comunitario vienen provocados por la escasa protección en frontera que existe para la importación de este producto, con unas ventas de Turquía de unas 160.000 toneladas de las que 34.000 entran sin arancel y el resto con aranceles mínimos tanto en grano como en productos transformados. Esta situación ha originado una invasión de mercado que ha hecho caer los precios a unas 225 pesetas, cuando el coste en España supera las 500 pesetas.
Los responsables de COAG explican que España reclama de la UE nuevas medidas para el sector, entre las que destacan un control de las importaciones y, sobre todo, una ayuda directa a la producción en función de los precios que perciba el agricultor cada año. Para aplicar esta medida se solicita una ayuda de unos 6.500 millones de pesetas para toda la UE.
