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Alemanía expulsará a los extranjeros violentos

El Gobierno federal alemán acordó ayer adoptar un conjunto de medidas para facilitar la expulsión del país de los extranjeros que participen en manifestaciones violentas. Al mismo tiempo, apela a que los Gobiernos de los Estados federados, que en Alemania tienen asignadas las competencias policiales, apliquen con todo rigor las normas de control y expulsión.La decisión del Gobierno alemán responde a las recientes manifestaciones de kurdos con motivo de la conmemoración de su año nuevo. En varios puntos de Alemania se produjeron escenas de violencia que causaron un fuerte impacto en la opinión pública. Las imágenes de manifestantes kurdos bloqueando una autopista y destrozando un coche policial, y de otros que golpeaban a un policía, que aparecía con la cara ensangrentada en primer plano a la hora de la cena en el telediario, no podían pasar inadvertidas. Políticos de casi todas las tendencias se expresaron de forma indignada contra los manifestantes violentos, en su mayoría simpatizantes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), organización declarada terrorista y prohibida en Alemania.

Ni kurdos ni alemanes

El jefe del grupo parlamentario democristiano, considerado el delfín del canciller Helmut Kohl, Wolfgang Schäuble, aseguraba tajante ayer en un almuerzo con corresponsales extranjeros en Bonn, que Alemania no puede consentir la violencia en su territorio "ni de kurdos, ni de alemanes, ni de nadie". Schäuble se pronunció por la expulsión de los extranjeros que participen en acciones violentas. "No se puede consentir que rocíen de gasolina a un policía y le prendan fuego", afirmó.

Entre las medidas figuran que en el futuro los extranjeros condenados en sentencia firme por desordenes públicos graves tendrán que ser expulsados de forma obligatoria. El concepto de desórdenes públicos se amplía y se considerarán como tales la simple participación en manifestaciones prohibidas.

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La portavoz de asuntos de extranjeros del partido socialdemócrata, Cornelie Sonntag-Wolgast, afirmó que los dirigentes kurdos que en Turquía corren el riesgo de ser torturados o condenados a pena de muerte no podrán ser expulsados. Un portavoz de Los Verdes declaró que el problema de los kurdos no se soluciona con expulsiones.

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