Una comisión del Congreso toma declaración al presidente de Colombia por el 'narcolescándalo'
El presidente de Colombia, Ernesto Samper, respondió ayer, durante casi nueve horas, a 70 preguntas sobre la presunta financiación de su campaña electoral en 1994 con dinero procedente del narcotráfico.Samper declaró, por razones de seguridad, en el palacio de Gobierno, y lo hizo ante el congresista Heyne Mogollón, también del Partido Liberal, que preside la comisión, parlamentaria de acusaciones. Hoy, se sabrá el contenido de la declaración presidencial, una vez que se publique en el boletín oficial la ley, aprobada el viernes, que elimina el secreto del sumario.
Samper y su abogado, Luis Guillermo Nieto Roa, entregaron al investigador un documento sobre el patrimonio del presidente para demostrar que no se ha enriquecido, sino todo lo contrario, por lo que "lo deberían acusar de emprobrecimiento ilícito". Según su abogado, que habló brevemente con los periodistas en el receso del mediodía, pues por la tarde prosiguió la declaración, estaban "desmontando una a una" las pruebas presentadas contra Samper. "Se pondrá fin a los chismes. No habrá más especulaciones porque el país sabrá por fin la verdad".Horas antes, el embajador de Estados Unidos, Myles Frechette, quien a medida que avanza y se enreda la crisis se siente más autorizado para calificar y descalificar, le restó importancia a la acción. Dijo que la Comisión de Acusaciones no tiene "credibilidad alguna en el exterior, ni en Europa ni en Estados Unidos". Muchos piensan lo mismo; lo que nadie acepta es que lo diga el embajador gringo, personaje cada vez más odiado en Colombia.
El 26 de septiembre del año pasado, el país había vivido una situación igual, durante el primer testimonio de Samper ante Mogollón. Todo terminó en diciembre con la absolución del primero por la Comisión de Acusaciones. Pero en esta segunda versión las cosas serán más difíciles. El presidente tuvo que responder ayer por los cuatro delitos que contempla la denuncia del fiscal Valdivieso: enriquecimiento ilícito, fraude, encubrimiento y favoritismo.
Ésta se apoya básicamente en todo lo que han cantado en los últimos meses los antiguos colaboradores y amigos del presidente: el ex tesorero Santiago Medina y el ex ministro de Defensa Fernando Botero.
Los dos dicen que el presidente "sí sabía'' y que fue el autor intelectual de la entrada de dinero sucio en su campaña. Medina, en una de sus últimas indagatorias, relató con fecha y hora nueve ocasiones en las cuales habló de este dinero con el candidato y luego presidente.
Ayer, todos querían saber los detalles del bombardeo pregunta-respuesta que se vivía en la Casa de Nariño (la sede de la presidencia). Las conjeturas apuntaban a que el presidente intentaba pasar de acusado a acusador. Apoyado en documentos, concretar lo que ya ha dicho entre líneas: que el dinero del. narcotráfico no benefició a su campana; se quedó en los bolsillos de Botero y Medina.El abogado defensor de Samper llamó ya la atención sobre una "extraña coincidencia": durante 'los días en que Santiago Medina realizó gestiones ante la cúpula del cartel de Calí, ingresaron a las cuentas de Botero en Estados Unidos cinco millones de dólares (625 millones de pesetas).
Cuadros de Botero, padre
"Parte de este dinero es producto de la venta de cuadros del padre de mi defendido", contestó de inmediato el abogado del hijo del famoso pintor y escultor Fernando Botero.
Pero también de inmediato contraatacó el defensor de Samper: "¿Por qué coincidencialmente Botero vendió cuadros sólo en este periodo crítico de la campaña". La pelota caliente ya rebotó a la fiscalía. Se pidió una investigación sobre el origen de este dinero. A Medina, anticuario multimillonario, se le acusa de haber incrementado su patrimonio en varios millones, representados en un centro comercial en Bogotá, también durante la campaña.
Ayer, el personaje más entrevistado fue el defensor de Samper, Nieto Roa. Antes de entrar repitió lo que ha dicho desde el día en que aceptó lo que él considera una tarea "fácil". Calificó el interrogatorio como "algo rutinario" y se mostró tranquilo, pues "los testigos de cargo han incurrido en mentira s y contradicciones".Lo ocurrido ayer fue el aperitivo de una semana que se anuncia dolorosa: a partir de hoy tendrán que responder por este mismo narcoescándalo tres ministros. Como telón de fondo está el enfrentamiento entre la procuraduría y la fiscalía. El procurador Orlando Vázquez, también implicado en este escándalo, desempolvó una vieja historia del fiscal en su época como ministro de Educación. ¿La intención? Destituir al fiscal.
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