Un museo con todos los muertos

El jefe de la Policía Federal, Adrián Pelacchi, reclamó equidad en la revisión histórica al oponerse a la propuesta de erigir un Museo de la Memoria del Nunca Más en una propiedad de la institución conocida como El, Olimpo cuando funcionó como cárcel clandestina. Pelacchi, cuyo criterio refleja mucho el sentir de los cuerpos de seguridad y de las Fuerzas Armadas, sostiene que de ser levantado no sólo debiera recordar a las víctimas del terrorismo de Estado, sino también "a muchos otros que sufrieron el terrorismo de la izquierda revolucionaria".El jefe policial, en una carta dirigida a la secretaria de Derechos Humanos del Ministerio del Interior, Alicia Pierini, sostiene que el museo propuesto por el opositor Frente Grande, centroizquierda, y el Partido Socialista significa escribir una sola parte de la historia. "Haría sentir desprotegida, olvidada o discriminada a la otra mitad, dentro de la cual han existido y existen muchos hombres y mujeres que actuaron con la fiel convicción de haberlo hecho en cumplimiento de su sagrado deber de sacrificio público". Luego se refiere en términos descafeinados a una represión que se cobró la vida de 10.000 y 30.000 personas: "Procedimientos equivocados".

Mientras tanto, se aprueban resoluciones políticas de condena y la legislatura local decidió que las escuelas de la provincia de Buenos Aires, la más importante de Argentina, impartan todos los 24 de marzo clases sobre el golpe de Estado para que "las generaciones futuras asuman el compromiso de defender la democracia". Según una encuesta, entre los 15 y 29 años, apenas una cuarta parte tiene información sobre lo ocurrido aquella fecha. Como era de esperar, se opuso el partido carapintada MODIN, del ex golpista Aldo Rico, argumentando que las clases no tendrán en cuenta "otros tipos de violencia".

El presidente Carlos Menem, por su parte, grabó el mensaje que será transmitido hoy a todo el país. Será breve, según ha trascendido, y en él se defenderá la concesión de los indultos de 1989 a los militares juzgados durante el Gobierno de Alfonsín, y condenados a prisión, como instrumento inevitable para pacificar el país.