Las principales aseguradoras privadas españolas rechazan a los enfermos de sida

La aseguradora médica Sanitas (la segunda más importante por su cuota de mercado) ha incluido ahora entre las enfermedades que atiende todas las dolencias infecciosas... salvo el sida. La regla vale para socios que firmaron su póliza 10 años atrás y que entonces no estaban infectados, como el caso de Juan, un hombre con sida que acaba de cancelar su póliza al enterarse. "O sea, que tienes cáncer y te tratan, y tienes sida y no", razona Juan. Otras dos grandes, Adeslas e Igualatorio Médico Quirúrgico, actúan igual. Un enfermo de sida no podría asegurarse en ninguna de las seis principales compañías.

En España hay unas 120.000 personas infectadas por el virus de sida. Y 15.000 sufriendo la dolencia en toda su crudeza. Un enfermo así cuesta a la Seguridad Social en torno a los tres millones de pesetas anuales. Junto al cáncer y las enfermedades mentales, son las más costosas, por eso mayoritariamente las asume el sector público.La evidencia aparece en los trasvases que cada año se producen desde la aseguradora privada de los funcionarios, Muface (integrada en Asisa), a la sanidad pública. No se trata de parturientas, gripes, apendicitis o esguinces. Se envían los enfermos más graves. Según un estudio del ministerio de Sanidad, en 1993 se desviaron a siete enfermos de cáncer, tres con insuficiencias coronarias graves, cinco embarazos de alto riesgo o peticiones de fertilización artificial, tres enfermos de sida -el año anterior fueron 9-, cuatro enfermos mentales y otros nueve pacientes con enfermedades diversas o en espera de trasplante.

Juan, nombre ficticio de un hombre de 34 años, también ha tenido que irse a un hospital público, a pesar de haber estado pagando durante 10 años su póliza a Sanitas, una compañía que copa el 15% del mercado asegurador privado. Sus responsables decidieron este año atender enfermedades infecciosas. Todas, menos el sida. Poco importa si los que han contraído la infección son veteranos asegurados.

Socios seropositivos

Empleado de una multinacional con sede en Madrid, Juan se hizo socio de Sanitas en 1986, cuando estudiaba la carrera. "Había tenido problemas con el seguro escolar, por una hepatitis, mi padre no tenía seguridad social y decidí hacerme socio". El no es consciente de que la aseguradora privada que eligió excluyera el tratamiento de enfermedades infecciosas. "Nunca, hasta ahora, hemos cubierto estas enfermedades", señala el director de comunicación de Sanitas, Ignacio Ferrando. Y a partir de ahora, ¿si un enfermo de sida quisiera contratar una póliza con Sanitas? "Le diríamos que no", responde Ferrando, aunque admite que la compañía "está debatiendo" cubrir este tipo de enfermedad.

Lo mismo ocurre con el resto de las principales aseguradoras privadas, Asisa, Adeslas, Previasa, Igualatorio Médico Quirúrgico y la barcelonesa Asistencia Sanitaria Colegial. Entre las seis empresas, la de mayor números de asegurados es Asisa, tienen más de un millón y medio de pólizas (1.605.308 exactamente) y copan el 68,13% del mercado con cuatro millones de personas aseguradas.

En los departamentos correspondientes, informaron ayer a una supuesta aspirante a suscribir una póliza que, si tenía sida, no sería aceptada. "Ya le digo de entrada que no le harían la póliza", respondían. Cuando estos datos se contrastaron en nombre de EL PAÍS se obtuvo la misma conclusión.

Otra cosa es si un asegurado sano enferma de sida: Sanitas, Adeslas y el Igualatorio Médico Quirúrgico no atienden al socio de su infección y dolencias afines. Las otras tres, sí que se hacen cargo de un asegurado que enferme de sida: Previasa (250.000 asegurados), Asisa (1.500.000) y la barcelonesa Asistencia Sanitaria Colegial (unos 200.000) se hacen cargo de la enfermedad si ésta aparece después de contratar el seguro.

"No se le trataría en un hospital nuestro", informaron en Asisa, "le atenderían en un centro público como el Carlos III". "¿Y Asisa se haría cargo del gasto?" "Sí", repusieron a la candidata. Un portavoz informó que también se atienden en sus propios centros. Previasa se hace cargo asimismo de todas las enfermedades asociadas al sida, como neumonías y demás, no así el tratamiento específico de la dolencia (antivirales como el AZT y otros fármacos); las drogas no suelen ser cubiertos por las aseguradoras privadas.

Niños del Tercer Mundo

El portavoz y médico Ignacio Ferrando cuenta que Sanitas tiene socios seropositivos, "y se les atiende de dolencias que no tengan que ver con el sida, como análisis de otro tipo". "Vamos mejorando, pero las razones para no cubrir el sida son que nuestros hospitales privados no están preparados para atender a estos enfermos con áreas de hospitalización específicas y que los protocolos de tratamiento no están claros, aunque se está debatiendo su inclusión", añade.

¿No será una cuestión de carestía?, se pregunta Juan: "A cualquiera que coja una neumonía normal, le ingresan unos cuantos días, le dan cuatro antibióticos y ya está. Alguien con sida primero tiene una neumonía por un hongo, luego otra infección, un sarcoma de Kaposi ...".

En Sanitas aseguran que tienen programas mucho más caros que lo que les costaría el tratamiento del sida. "Traemos a niños del Tercer Mundo con malformaciones congénitas en el corazón y cada operación cuesta cinco millones", explica Ignacio Ferrando, quien añade ante las objeciones del ex-socio, "pero es que estamos preparados para hacerlo".