Madrid, escaparate del arte contemporáneo

La abstracción pura de José Manuel Broto y los murales conceptuales de Sol LeWitt completaron ayer el mayor escaparate internacional del arte contemporáneo que se concentra en Madrid durante la celebración de la feria Arco 96, del 8 al 13 de febrero. En el palacio de Velázquez, del Retiro madrileño, el Museo Nacional Reina Sofía inició la programación de este año con una selección de piezas de los últimos 10 años. En el mismo espacio se verán a continuación una colectiva de abstractos de los noventa y antológicas de Cindy Sherman y Juan Muñoz."Pinto cuadros pero no doy la interpretación", declaró ayer el pintor, ante 39 grandes lienzos y 60 dibujos. "El cuadro tiene vida propia y así se evita limitar el propio deambular de la superficie". Para la comisaria de la muestra, Paloma Esteban, los últimos 10 años de Broto significan un cambio en su evolución que se inicia con su residencia en París en 1985. "En ese momento abandona los elementos figurativos, como las ruinas, y se adentra en la abstracción pura, a partir de la lectura de san Juan de la Cruz, al que dedica una amplia serie. De los paisajes exteriores el artista profundiza en los paisajes interiores".

Museos, fundaciones, y galerías de arte de la ciudad preparan exposiciones específicas para que coincidan con Arco. En numerosos casos de galerías se completa su presencia en el pabellón de la feria, como ocurre con Gamarra (expone a Alfaro y Arroyo), Gullermo de Osma (Caballero), , Buades (Ugalde), masha Prieto (Ouka Lele), galería 57 (Ciria), Fúcares (Peral), Oliva Arauna (Per Barclay), Nieves Fernández (Albacete), entre otras.

El Reina Sofía está a tope. En la fíesta que ofrecen mañana a artistas y galeristas se pueden recorrer la antológica de Balthus, la historia del grupo Zaj, con Esther Ferrer, Juan Hidalgo y Walter Marchetti; la fotografía de Manuel Álvarez Bravo y una colectiva de abstractos. En el cercano Prado se Puede comprobar la influencia del Inocéncio X, de Velázquez, en la pintura de Bacon.

La ruta puede seguir por los centros municipales. En el Conde Duque se repasa la fotografía de cine de José F. Aguayo, al que se unió ayer la muestra conjunta de dos artistas colombianos, el escultor Edgart Negret y el pintor Carlos Rojas. En el Centro Cultural de la Villa, una gorda de Botero anuncia en el exterior la colección de la Fundación de Aena.

Las fundaciones también aportan novedades. En la Juan March se ha instalado por primera vez la visión pop de Tom Wesselmann, con una visión crítica del consumo cultural. En la Caixa también se ofrece una inédita muestra con grabados y pinturas del poeta William. Blake, con sus visiones cercanas a los surrealistas. En la Telefónica se mantienen los fragmentos del Jardin de la memoria de Paloma Navares. Otros encuentros: la obra gráfica de Chillida en la Casa de la Moneda, la pintura de Ángel Planells en Blanquerna, la joven plástica cubana en la Casa de América, y Rietveld en la arquea de los Nuevos Ministerios