Grandes medidas de seguridad en la visita de Clinton a sus tropas
El cuartel general de las tropas estadounidenses en Tuzla, noreste de Bosnia, estaba ayer en efervescencia. La base preparaba la visita relámpago que hoy realizará el presidente Bill Clinton a sus soldados desplegados en el país- balcánico. Todos los medios disponibles en la zona -aéreos, terrestres e incluso marítimos-, al igual que los 2.300 soldados presentes en la base, están movilizados para asegurar la seguridad de Clinton.A lo largo de la pista del aeropuerto, baterías artilleras han sido puestas en alerta permanente. Uno de sus servidores confirmó que "apuntan hacia las posiciones serbobosnias", sobre todo a una colina que domina la base, a unos cinco kilómetros.
A Tuzla, una ciudad industrial habitada por casi 200.000 personas, llegó ayer la avanzadilla rusa de las tropas que forman parte del contingente a las órdenes del mando estadounidense de la OTAN, en la primera operación militar conjunta desde el final de la II Guerra Mundial. El centenar de soldados rusos, a bordo de dos aviones de transporte, recibió la calurosa acogida del comandante de la fuerza estadounidense, general William Nash.
La seguridad montada en torno al desplazamiento de Clinton, cuyos horarios e itinerario precisos permanecen en secreto, es formidable. La hora de llegada de Clinton sólo será anunciada horas antes de que aterrice su avión. A Tuzla acudirá a entrevistarse con el mandatario estadounidense el presidente bosnio, Alia Izetbegovic.
Los responsables estadounidenses temen sobre todo a los morteros, armas que se disimulan fácilmente. "El sábado, la entrada estará estrictamente limitada", aseguraba ayer un oficial norteamericano. Hace varios días que el servicio secreto presidencial se mueve por la base aérea de Tuzla reconociendo cada rincón de la misma.
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