Nuevos planes y muchas preguntas

¿Qué pasa con los planes de estudios? ¿Por qué están resultando tan embarazosos para alumnos y profesores? ¿No están constituyendo la tragicomedia de un aborto más que una crónica de una muerte anunciada?¿Por qué los profesores que los han hecho y aprobado en sus departamentos los valoran negativamente y no están satisfechos con sus resultados?¿Por qué los alumnos se quejan de exceso de horas lectivas y la consiguiente falta de tiempo para el estudio y la reflexión? ¿Cuál es el motivo de la sinrazón que revisten sus múltiples efectos perversos, por ejemplo, más contenidos (créditos), más y más dedicación al aprendizaje práctico, que usualmente requiere el doble o triple de tiempo que la información teórica de las lecciones magistrales?¿No ha predominado el criterio oculto o la creencia inconsciente y el prejuicio de que el saber es la información exhaustiva o la erudición enciclopédica? ¿Un alumno de Psicodiagnóstico ha de conocer todas las innumerables técnicas que se han desarrollado en la Psicología desde sus inicios hasta hoy en lugar de enseñarle con profundidad la teoría, la aplicación y el dominio práctico e investigador de la media docena de técnicas que un profesional competente suele manejar en su consulta clínica?

¿No es evidente, razonable e inteligente que un crédito (equivalente a diez horas de enseñanza-aprendizaje) ha de acreditar o asegurar que los profesores enseñen y los alumnos aprendan los contenidos y técnicas que en esas diez horas se puenden enseñar y aprender con un dominio teórico-práctico que garantice el éxito, pero no el doble, el triple o diez veces más contenido, prendido con alfileres, para el examen?

¿No es lógico y de sentido común que si una carrera de cinco años se reduce a cuatro deben reducirse los contenidos, al menos en un 20%, en vez de incrementarse?

¿No es sensato que en una asignatura del plan viejo, que tenía una dedicación de 80 horas (8 créditos) y en el plan nuevo se le han asignado cuatro créditos, ha de reducirse el temario a la mitad seleccionando los contenidos más relevantes por su peso conceptual y/o por su precio y práctica profesional?

¿No es cierto que el sentido o razón de ser de los créditos es acreditar que un alumno ha dedicado X horas en una carrera al estudio y reflexión, la práctica e investigación de los contenidos troncales o conceptos y técnicas básicas (comunes y obligatorias para todos los alumnos de la carrera) y de los opcionales, de libre eleción, para configurar un itinerario motivador, a la medida de las posibilidades e intereses de cada alumno, para lo que el número y porcentaje de las materias opcionales deben ser notoriamente superiores a las troncales y obligatorias?

¿No parece natural que todos los males y perversiones de los nuevos planes de estudios, ya inoperantes y disfuncionales (viejos) antes de ponerse en marcha, provienen de que en ellos no se transfiguran las grandes directrices y fines de la Universidad, no asumen la misión básica de ésta como centro de desarrollo, enseñanza e investigación, que consiste en formar integralmente al alumno, desarrollar su capacidad para continuar investigando, aprendiendo y creando conocimientos por sí, potenciar su sentido crítico innovador y social, proyectar su "saber hacer" (know how) aplicándolo en el contexto socioprofesional e impulsar el progreso creador de la técnica y las ciencias, la cultura y las artes?