La inflación anual sube al 4,4% en noviembre y encarece el coste de pensiones en 52.000 millones
El índice de Precios al Consumo (IPC) subió el 0,3% en noviembre de 1995, una décima más que en el mismo mes de 1994, con lo cual la inflación interanual sube una décima y se sitúa en el 4,4%; la inflación acumulada alcanza el 4% y la subyacente (interanual) disminuye una décima, hasta el 4,8%, mientras la acumulada en los 11 primeros meses del año llega al 4,5%. El cierre de la inflación en noviembre obliga revisar las pensiones en 0,9 puntos, revisión que supondrá un coste adicional de 52.000 millones, de pesetas. Los pensionistas recibirán una paga extraordinania en enero para liquidar esta desviación. Economía mantiene su previsión de situar la tasa anual "en tomo al 4,3%".
La desviación del IPC en noviembre sobre el objetivo previsto (4,4% frente a 3,5%) obligará a la Seguridad Social a pagar 52.000 millones de pesetas más a los pensionistas para compensar los 0,9 puntos de diferencia. Todos los pensionistas cuya anualidad esté indiciada con el IPC percibirán con la nómina de enero una paga extraordinaria para cubrir la diferencia de inflación. La cantidad adicional deberá ser autorizada en el Decreto Ley que aplica la prórroga del Presupuesto de 1995 para 1996.Según las fuentes consultadas, el Gobierno había previsto la revalorización de las pensiones por el crecimiento de los precios y había destinado unos 41.000 millones en el Presupuesto, que no se aprobó, para cubrir la desviación del IPC.
El IPC de noviembre volvió a demostrar que la evolución de los precios mensuales en España mantiene una gran dependencia de la volatilidad de los precios de los alimentos. En esta ocasión fue el precio del pollo, que tuvo un aumento intermensual del 9,6% y tiene un impacto en la tasa interanual de casi dos décimas. De hecho, sin la aportación positiva de la inflación subyacente (sin, alimentos frescos y energía), que restó una décima al IPC, los precios habrían subido en noviembre el 0,4%. Curiosamente, la evolución de los precios del pollo es simétrica de la registrada en noviembre de 1994, fecha en la que el precio se hundió y registró un descenso intermensual del -9,6%.
La volatilidad de los alimentos sin elaborar sitúa la tasa anual de inflación en el 4,4%, la acumulada en el 4% y la subyacente, que descendió una décima, en el 4,8%. El análisis que hace Economía del IPC de noviembre es favorable. En primer lugar, porque mantiene la tasa de inflación "en torno al 4,3%, y así terminará probablemente a finales de este año". Porque "los precios en diciembre suelen subir, pero es en los últimos días del año y la recogida de las muestras de precios suele terminar antes".
Bajan los servicios
Además, la evolución previsible de los precios confirma que la línea es descendente, porque seguirá la tendencia que marque la inflación subyacente. En opinión de Economía, los precios de los servicios continúan descendiendo (-0,2% en noviembre), a pesar de que están "al abrigo de la competencia con el exterior". De forma que los precios industriales y de alimentación, que son la punta de lanza principal de la inflación, y que sí están sometidos a la competencia, empezarán a moderar su crecimiento. Economía asegura en su nota oficial, que la tasa anual de inflación estará por debajo del 4% y pronostica que "en los primeros meses del próximo año, la tasa de variación anual del IPC se situará cerca del 3,5%, una vez descontado el impacto del IVA y otros factores transitorios".Manuel Conthe, Secretario de Estado de Economía, aseguró que los datos del IPC de noviembre "son mejores de lo que parecen". Calificó de "frívolo y falso" hablar de que el coste de la vida sube más que el IPC, porque "el consumidor es absolutamente inteligente para comprar menos de lo que sube y comprar lo que se abarata".
Pero el análisis de Economía no es compartido por otras instituciones y agentes del país. Para empezar, el propio ministro de Agricultura, Luis Atienza, salió en defensa del pollo: "Si observamos los precios del pollo respecto a un periodo más largo, veremos que se encuentra en precios más bien moderados. Por lo tanto, no se puede atribuir al pollo el aumento del IPC".
El portavoz del Grupo Popular, Rodrigo Rato, recurrió al tópico de la "mala noticia" y se atrevió a encajar el mensaje en un ámbito más amplio: "Coincidiendo con la Cumbre de Madrid, los españoles podemos comprobar como la política económica no nos acerca a Europa y, al revés, nos obliga a distanciarnos". Rato dijo que el IPC muestra una situación de estancamiento y que Ios sacrificios que se han impuesto a la población española no han sido capaces de equilibrar los errores cometidos por el Gobierno en el Presupuesto".
Salvador Jové, responsable de economía de IU, atribuyó el mantenimiento de la tasa de inflación en los niveles de 1994 a "Ios errores de la política económica y social del Gobierno". Los sindicatos fueron más duros, si cabe. UGT recordó que los aumentos salariales medios pactados en convenio se sitúan en el 3,7%, por lo que "es seguro que este año se volverá a perder poder adquisitivo". Adelantó un criterio para 1996: "Que se pacten aumentos por encima de la inflación o se recojan claúsulas de salvaguarda, eficaces". Cándido Méndez, secretario general de UGT, aseguró que "no hay vinculación entre la evolución de los salarios y la subida de la inflación".
CC OO, por su parte, aseguró que "debe concluir la injustificada disciplina monetaria europea practicada por el Banco de España". La patronal CEOE estima que "la inflación se sitúe en los primeros meses de 1996 en la senda de lograr el objetivo de convergencia en materia de precios". Considera imprescindible mantener la moderación salarial y abordar las reformas estructurales.
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