Un museo para el arte del siglo XXI

Los Reyes inauguran mañana, martes, el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba). Ubicado en el casco antiguo de la ciudad, en un edificio creado por el arquitecto norteamericano Richard Meier, el museo se prepara para recibir la creación artística del siglo XXI con cuatro exposiciones que revisan el pasado y cuestionan el presente. Estas ex posiciones tienen como protagonistas la colección del museo, los trabajos no escultóricos de artistas que habitualmente trabajan la escultura y proyectos concretos de Siah Armajani v Laura Kurgan

Las cuatro exposiciones prefiguran las líneas por las que apostará el museo a partir de ahora en sus diferentes secciones. Más que espectaculares, son propuestas que tienen en común el haber sido realizadas desde un planteamiento teórico muy preciso que sitúa las obras en un contexto histórico o formal delimitado.Fondos para una colección. A partir de los fondos que el Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat de Cataluña y la Fundación Macba han depositado en el museo o han puesto a su disposición, las comisarias Antònia Maria Perelló y Rosa Queralt han diseñado dos exposiciones que intentan dar coherencia a la presentación de estas piezas. "Lo que hace el museo es explicar lo que tiene y, dado que no existen movimientos, hemos optado por escoger vías de comportamiento de las piezas", dice Perelló, responsable del departamento de arte del museo. En su primera parte, que estará abierta hasta el mes de junio, la exposición muestra las obras derivadas, de forma amplia, del constructivismo y la abstracción. Comienza con un recorrido por las piezas que hacen hincapié en el gesto, el signo o la materia. Desde Miró (del que se exhibe el cuadro El arlequín del music hall, de 1925) o Calder, Klee y Cristófol hasta Llena, Clavé, Ferrant, Dubuffet, Tàpies, Fontana, Rauschenberg y Millares. Sigue después con las piezas que parten y revisan el constructivismo a partir de confrontaciones de diferentes artistas, desde Oteiza y Chillida a Bados, Aguilar y Navarro. La exposición sigue con obras ya más actuales que muestran bien los trabajos de artistas que han elaborado un lenguaje propio (Boltanski, Kiefer, Solano y Lootz), bien algunos ejemplos de la pintura de los ochenta en su vertiente más introspectiva o abstracta (Tàpies, Broto, Sicilia, Polke, Ràfols Casamada, Pijuan, Barceló y Amat).

Creaciones paralelas. La propuesta de Teresa Blanch, comisaria de esta exposición, muestra aquello que no se ve del trabajo de los escultores. No son bocetos ni proyectos para futuras obras; son trabajos con entidad propia que ayudan a explicar el pensamiento y trayectoria del artista y que, según Blanch, mantienen el nivel de calidad de sus esculturas. La primera parte de esta exposición -la segunda se presentará en marzo- se centra en tres parejas de escultores de los que se enseñan dibujos, objetos o imágenes realizados entre 1960 y 1995. Blanch ha querido, además, relacionar entre sí a artistas de procedencia y edad muy diversa a partir de intereses comunes: "Claes Oldenburg y Miquel Navarro plantean imágenes metafóricas de la ciudad llenas de delirios y fantasías; Mario Merz y Jaume Plensa han creado visiones míticas sobre la idea del lugar de origen del hombre y tienen una noción del tiempo y la memoria muy particulares, y Juan Muñoz y Jannis Kounellis crean escenarios metafóricos de la dislocación, del estancamiento y el mutismo de las imágenes".

Siah Armajani. La exposición dedicada a Siah Armajani (Teherán, Irán, 1939) se centra en los proyectos realizados por este artista desde 1977 en los que crea espacios de reunión y encuentro en lugares públicos cuya principal función es facilitar el acceso a la cultura a través de la lectura. Para este artista iraní afincado desde 1960 en Estádos Unidos, los monumentos no tienen sentido, y propugna un arte popular y útil. La comisaria Gloria Picazo presenta una pequeña exposición en la que se muestran las maquetas de siete de los espacios de lectura de Armajani junto a fotografías de las construcciones reales de estos lugares.

"Usted está aquí". La exposición de Laura Kurgan presenta la línea del departamento de arquitectura y diseño del museo. Su responsable, Xavier Costa, ha escogido a Kurgan por el uso de las nuevas tecnologías que hace esta arquitecta surafricana afincada en Nueva York. Kurgan se sirve del Global Positioning System (GPS), un sistema de 24 satélites y 5 estaciones terrestres diseñado para permitir que un receptor portátil tenga acceso a información precisa sobre su situación, que ha revolucionado la cartografía. "Kurgan usa el sistema, que hasta la guerra del Golfo era sólo de uso militar, para reflexionar sobre los límites de la arquitectura, pero desde la misma disciplina", dice Costa. "Ella dice que dibuja con satélites y no con lápiz y se interroga sobre el impacto de las nuevas tecnologías en su profesión". La arquitecta presenta una instalación que ya había realizado anteriormente pero que aplica ahora al mismo edificio del Macba.

El departamento quiere crear una colección o archivo propio y enmarcar las exposiciones en un proyecto más amplio de investigación y publicaciones. Según Costa, el museo se centrará en la arquitectura de la posguerra europea hasta la actualidad, con especial interés por los arquitectos catalanes que hayan estado en contacto con el panorama internacional, y por la investigación de la actualidad de la disciplina. Como ejemplo del tipo de arquitectura que favorecerá el museo, Costa admite que no será la de Richard Meier. "Creo que la arquitectura ha de tener un componente social y, en el caso de Meier, su plasticidad y formalidad es al mismo tiempo virtud y defecto. Es tan exquisita en el juego de formas que la hace ensimismada".