_
_
_
_
_

Víctimas de un salto genético-hormonal

La transexualidad es consecuencia de una disparidad entre el cerebro y el cuerpo

Bichos raros, degenerados, pervertidos sexuales, mariquitas y maricones. Son algunos de los términos con los que muchas veces son tildados los transexuales, unas personas profundamente incomprendidas y que sufren una de las diversidades sexuales menos conocidas por la ciencia médica. Aun así, en los últimos cinco años se han hecho progresos importantes en la investigación de las causas de este proceso. Este mes apareció publicado en la revista científica Nature un trabajo del neurobiólogo holandés Richard F. Swaab, que demostraba que la región cerebral donde se localiza el comportamiento sexual es más pequeña en los transexuales con genitales masculinos que se sienten mujer que en los hombres en general.Aunque estas conclusiones son discutidas por algunos científicos, los expertos admiten actualmente que el transexualismo o transexualidad, aparece como consecuencia de una alteración genético-hormonal que se produce en el periodo de formación del feto, según señala el doctor Jesús F. Tresguerres, catedrático de Fisiología y Endocrinología experimenlal de la Universidad Complutense de Madrid.

Más información
Cambio de nombre

"Un transexual", explica, "es una persona que tiene un cuerpo con unos genitales que no se corresponden con su mente y siente la necesidad imperiosa de cambiar hacia lo que su mente le ordena. Porque debemos tener muy presente que la mente siempre manda sobre el cuerpo y éste puede modificarse, mientras que aquélla no".

Tresguerres afirma que, como decía Gregorio Marañón hace 60 años, el cerebro es el órgano sexual más importante del ser humano: "Entre el cuartoy el octavo mes del embarazo se configura la diferenciación sexual del cerebro, que irá asumiendo su condición de mujer según la dotación cromosómica sea XX o de varón si, es XY. Esto es lo que ocurre normalmente. En los transexuales, sin embargo, el cerebro experimenta una difirenciación sexual contraria a la dotación cromosomica del feto".

Intervención hormonal

Como apunta este experto, el proceso de diferenciación sexual es genético y hormonodependiente. Es decir, el sexo está genéticamente determinado (XX, hembra; XY, varón) y esta condición es necesaria, pero no suficiente, puesto que es imprescindible la intervención de las hormonas. Según explica, las causas exactas del transexualismo no se conocen, pero se invocan alteraciones entre los cuatro protagonistas del sistema neuroendocrino: las hormonas, los receptores hormonales, las neuronas y los neurotransmisores."El calvario empieza muy pronto, hacia los cuatro años, cuando emprendes la batalla contigo mismo al no aceptar la mente al cuerpo", afirma Mercedes Camacho, presidenta del Centro de Identidad de Género de Andalucía. Merche, como la llama todo el mundo, nació con los genitales de varón, pero desde pequeña prefería jugar a las muñecas con las niñas. Actualmente está operada y vive en pareja con un hombre, con el que piensa casarse.

Según estimaciones del Centro de Identidad de Género, en España hay unos 3.600 transexuales, que nada tienen que ver con el travestismo ni con la homosexualidad.

"El 90% de nosotros sufrimos el primer palo de la vida", confiesa Merche, "al tomar la primera comunión, porque nos visten con un atuendo que no nos corresponde. El ser diferentes hace que nuestra vida, empezando por la familia, esté jalonada de incomprensiones. De hecho, aunque no es mi caso, un gran número de transexuales es rechazado por los padres cuando conocen el problema e incluso a algunos les echan de casa". Subraya que el apoyo familiar es fundamental para que la persona pueda hacer frente a su problema. Según comenta, muchas de las (mentalmente) chicas, al verse la solas en la calle, acaban en la prostitución.

Miguel Ángel Rodrigo Cucalón, hasta hace poco presidente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, realiza el cambio de genitales, (que no de sexo) desde hace seis años en Zaragoza. "Para poder operar" indica el cirujano, "necesito un informe psiquiátrico o psicológico, un estudio preoperatorio completo y un acta notarial en la que el paciente acepta el cambio de genitales y que se trata de una cirugía sin retorno. El transexualismo o síndrome de disforia genérica supone un drama humano para quien lo padece y el único tratamiento es hormonal y quirúrgico".

Jerónimo Saiz, jefe del servicio de psiquiatría del hospital Ramón y Cajal de Madrid, que ha hecho varios informes previos a la cirugía, asegura que el transexualismo no es una patología psiquiátrica, aunque sí la recogen los manuales de esta especialidad en cuanto que "interfiere en la vida normal de las personas". Tanto la operación de varón a hembra como a la inversa representan un riesgo importan'te, porque son intervenciones largas y complejas.

Existen diferentes técnicas quirúrgicas y, según éstas y los especialistas que las desarrollan (urólogos, ginecólogos, cirujanos plásticos), la operación se practica en uno o en varios actos quirúrgicos. El precio, incluyendo anestesista y gastos hospitalarios, cuesta entorno al millón de pesetas, aunque varias asociacioines denuncian que haya médicos cobrando tarifas de hasta siete millones. Tanto afectados como médicos abogan porque la operación sea sufragada por la sanidad pública.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_