Los enfermos de sida sólo pagarán un máximo de 400 pesetas por sus medicinas
Aprobado el real decreto que iguala las patologías por VIH con otras crónicas
Los enfermos de sida tienen que pagar actualmente por un antiviral contra el herpes hasta 35.000 pesetas. En un mes les costará 400 pesetas, el tope máximo de los medicamentos para enfermos crónicos, quienes abonan sólo un 10% de su precio, frente al 40% de la población general. El Gobierno aprobó ayer el real decreto, largamente anunciado, que facilitará el tratamiento farmacológico a unos 16.000 españoles y supondrá un gasto añadido de 2.000 millones de pesetas a la sanidad pública. Cada año se registran 6.000 pacientes nuevos susceptibles de tratamiento.
"El decreto ha costado mucho", reconoció ayer la ministra de Sanidad, Ángeles Amador. "Ha habido que estudiar seriamente la fórmula para ha cerlo viable, fácil; para garantizar la confidencialidad y también para poder pagarlo", ex plicó. Amador, quien confía en que la medida, sea efectiva en un mes, considera que con ella "no va a haber nadie que no siga los tratamientos por motivos económicos". Con todas las prestaciones actuales para este tipo de patología, cada enfermo va a suponer un coste global de tres millones de pese tas a la sanidad pública. Un destino que Amador considera que ha sido posible gracias al ordenamiento y el uso racional de los recursos existentes. "Esta es una de las claves de lo que significa un sistema sanitario como el nuestro", afirmó.La medida legislativa beneficiará exclusivamente a los en fermos diagnosticados de sida conforme a los protocolos sanitarios existentes y no a los por tadores del virus unos 120.000 en toda España-, ya que desde que se contrae el VIH hasta que se declaran los primeros síntomas de patología pueden mediar años en situación de total normalidad.
La caída del sistema inmunológico (linfocitos CD4) es la primera señal para iniciar tratamiento con antirretroviral (fármacos que frenan la replicación del virus), que desde los inicios de la epidemia a comienzos de los años 80 ya corre a cargo íntegramente de la seguridad social y supone actual mente un coste de 350.000 pese tas anuales por persona (Unos 56 millones anuales en total).
Sin embargo, estos pacientes tienen otra! necesidades farmacológicas para controlar todas las infecciones oportunistas que se asocian al sida, como la tuberculosis, las viriasis o las infecciones respiratorias. Su calidad de vida depende en gran medida de su capacidad para controlar dichas enfermedades asociadas. Así, estos pacientes requieren hasta ocho medicamentos distintos cada día, cuyo precio oscila entre las 500 y las 40.000 pesetas. En su mayoría se trata de antibióticos, antifúngicos y antiparasitarios.
90.000 pesetas mensuales
El hecho de tener que pagarlos de su bolsillo ha supuesto hasta ahora que. muchos de los afectados, o estuvieran desatendidos por falta de recursos o ingresaran en los hospitales públicos para poder acceder a los medicamentos gratuitamente. El gasto mensual puede suponer hasta 90.000 pesetas, como es el caso de un funcionario del País Vasco que acudió en busca de ayuda a la Fundación, Antisida de España (FASE), según cuenta su secretario general, Héctor Anabitarte.A partir de ahora estos pacientes no pagaran más del 10% del coste de sus medicinas, hasta un tope máximo de 400 pesetas, sea cual sea su precio, y sus recetas serán las específicas.Para la prescripción en enfermos crónicos.
En 1990, el Ministerio de Sanidad concedió a los enfermos de sida hemofílicos, esta cualidad de enfermos crónicos, a efectos de prestación farmacéutica, circunstancia que fue considerada entonces un agravio comparativo por el resto de los afectados por esta epidemia. Fue en 1993 cuando todos los grupos parlamentarios aprobaron una proposición no de ley impulsada por Izquierda Unida que instaba al Gobierno a extender esta condición a todos los enfermos de sida. La lentitud con la que se ha llevado a cabo la tramitación del decreto ha motivado la impaciencia de las asociaciones de afectados, que han remitido hasta 40.000 cartas a la ministra de Sanidad para que la agilizara.
Las asociaciones de ayuda a enfermos de sida venían pidiendo esta normativa desde 1987, recordó ayer Maite Manzanera, del Comité Ciudadano Antisida de Madrid. "En la práctica va a suponer que muchas personas sin recursos van a tener el mismo derecho a la salud que el resto de los ciudadanos", afirmaba.
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