De la cepa a la gloria

Aumentar la exportación a Estados Unidos, Brasil, Turquía y la práctica totalidad de los países europeos es ahora el principal objetivo de una pequeña bodega de Valladolid, Bodegas y Viñedos Valbuena de Duero, que a pesar de llevar tan sólo un año en funcionamiento ha obtenido con su primer, vino, el Matarromera 94, la Gran Medalla de Oro que anualmente concede la Unión Internacional de Enólogos y la Oficina Internacional de la Viña y el Vino. Esta organización celebró su encuentro mundial este año en Estambul (Turquía), y a él acudieron más de 4.000 vinos. El Vega Izan crianza del 92, perteneciente a la bodega Riberalta, también de la Ribera de Duero, consiguió otra medalla de oro.Bodegas y Viñedos Valbuena de Duero, perteneciente a un grupo muy diverso de empresarios, entre los que se encuentra el torero José Ortega Cano, está ubicada al abrigo de la Ribera del Duero, en el término municipal de Valbuena, y muy cerca de bodegas como Vega Sicilia, Alejandro Fernández (Pesquera), Dehesa de los Canónigos o Villamayor, entre otras. En su primera cosecha elaboró unos 120.000 litros con uva en su mayoría y según sus responsables "comprada a viticultores de la zona, si bien con un cuidado exquisito en cuanto a su selección".

Santiago Saiz, vicepresidente de esta recién nacida bodega que con su primer producto, y antes del galardón internacional mencionado, obtuvo otra medalla de bronce en Bratislava, no aspira a grandes producciones: "Es mejor fijarnos en la calidad total de elaboración y selección de nuestro vino que aspirar a aumentar la producción"'.

De momento, las 31 hectáreas propias de que disponen no están lo suficientemente maduras como para a corto plazo ofrecer una uva "que pase el nivel de control de calidad que nos hemos marcado". De hecho, un viñedo está en buen momento de producción, según los especialistas y a pesar de que no es una opinión generalizada, a los cinco años. La calidad de la uva empieza, no obstante, a demostrarse a partir de los ocho años de vida de la cepa.

La inversión inicial aportada por este diverso grupo de empresarios que aglutina a 24 personas cuyas ocupaciones son tan variadas como las de políticos, funcionarios, empresarios de agroalimentación, distribuidores, toreros o médicos, fue de unos 200 millones de pesetas, con un capital social de 130 millones de pesetas, según Carlos Moro, accionista de esta empresa-bodega. "Aspiramos el próximo año a presentar en el mercado una producción de 200.000 botellas para alcanzar en años posteriores el techo de las 300.000", dice Moro.

El máximo cuidado en el proceso de elaboración y mantenimiento, en el que participan unas 10 personas, "entendemos que debe hacerse con la creación de no más de 300.000 botellas", asegura Moro, que además de accionista es uno de los pioneros en la promoción de los quesos españoles a nivel nacional.

Las instalaciones, "con los medios técnicos más avanzados", ocupan una superficie superior a los 900 metros cuadrados, que según los resultados económicos que se produzcan, "pueden verse ampliados en otros 900 más para las salas de barricas y cuna de botellas".

Partiendo de 500 barricas de roble americano, esta bodega, con uno de los vinos jóvenes mejores del mundo, según la crítica, aspira a producir caldos de crianzas, reservas y gran reservas a partir del próximo año, momento en que valorarán la situación del mercado y estudiarán nuevos precios para un producto que en estos momentos no supera las 550 pesetas por botella en bodega. "El 75% de la producción de 1994 todavía duerme en las barricas de la bodega. Queremos mantener la calidad del vino y desde el punto de vista empresarial mantener también un nivel de retorno de la inversión a medio plazo y sin prisas", manifiesta. Matarromera 94, con un gran equilibrio entre aromas primarios, secundarios y terciarios, tiene, por su juventud, según los especialistas, un fuerte aroma y sabor afrutado. Guarda un excelente balance desde su fermentación controlada y a partir de los aromas terciarios que proceden de su crianza en madera nueva de roble americano.