Quince años de u na fundación con resonancia internacional

Los Premios Príncipe de Asturias y la fundación que los otorga se constituyeron hace ahora 15 años para "consolidar los vínculos existentes" entre el heredero de la Corona española y el Principado cuyo título ostenta. El Príncipe recordó ayer este aniversario como "una hermosa realidad, una obra cumplida, abierta con la fuerza de la esperanza a nuevos horizontes y al futuro".Bajo el impulso del Príncipe de Asturias, la fundación ha logrado convertir cada año el solemne acto de entrega de los premios, en el teatro Campoamor, de Oviedo, en un llamamiento emocionado a la concordia, la paz, la tolerancia, la cultura y el progreso.

El coliseo ovetense ha vibrado con el sollozo de un sefardí al que el hijo de un Rey de España recibía con los brazos abiertos de la amistad al cabo de cinco siglos de la expulsión de su pueblo del suelo hispano; rompió en aplausos con el testimonio de concordia de Gesto por la Paz de Euskalerría; fue testigo de la reconciliación de pueblos y razas, como fue el caso de los premios compartidos por Frederick De Klerk y Nelson Mandela o por Yaser Arafat e Isaac Rabin; tributó homenaje a los cascos azules de Naciones Unidas en la antigua Yugoslavia; escuchó la palabra luminosa de escritores, filósofos, creadores y científicos galardonados por su contribución a la educación y al progreso hasta un total de 135 galardones concedidos en sus 15 años de historia.